La fiscal que investiga el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell consideró que ocho de los rugbiers detenidos tenían «plena conciencia» de que habían cometido un asesinato y que existió entre ellos un «pacto de silencio» que «se mantiene incluso hasta la actualidad», al pedir ayer que la Justicia les dicte la prisión preventiva.
En su dictamen de 251 páginas, presentado ante la Justicia de Garantías, la titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Villa Gesell, Verónica Zamboni, consideró a los rugbiers Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19) «coautores» de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas» de Báez Sosa.
También acusó a Luciano (18) y Lucas Pertossi (18), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (18) y Ayrton Viollaz (20), de haber sido «participes necesarios» de ese asesinato.
En tanto, Zamboni pidió el cese de detención de Alejo Milanesi (19) y Juan Pedro Guarino (19) por insuficiencia de pruebas y el «beneficio de la duda», por lo que ambos quedaron esta tarde en libertad, aunque vinculados al proceso.
Raúl Guarino, padre de uno de los jóvenes que recuperó la libertad del penal de Dolores, dijo que «es todo muy triste por la familia de Fernando Báez pero con Juan Pedro se hizo Justicia».
El requerimiento fiscal fue realizado ante el juez de Garantías de Dolores, David Mancinelli, quien deberá resolverlo en un lapso de cinco días.
En su pedido de prisión preventiva, la fiscal consideró que de acuerdo a la prueba reunida en la instrucción todos los acusados «tenían plena conciencia y conocimiento de que habían causado la muerte de Fernando».
En ese sentido, subrayó que «pese» a ello, «todos ellos huyeron del lugar, y se escondieron», y agregó: «No solo despreciaron la vida de Fernando, al agredirlo, pegándolo (SIC) vivo e inconsciente, sino que también huyeron para lograr la impunidad del hecho, sin siquiera intentar auxiliarlo en el momento que cayó al suelo».
«Buscaron algunos de ellos una coartada para desvincularse del hecho, concurriendo a consumir comida a McDonald´s, luego de cambiarse sus prendas de vestir dos de los sospechados», señaló Zamboni, y destacó además que «a las 06.06 horas, Ciro Pertossi dice por el grupo (de Whatsapp) ´chicos no se cuenta nada de esto a nadie´».
La fiscal interpretó eso como «un pacto de silencio que incluso los imputados mantienen hasta la actualidad; corroborando ello su participación en el hecho, como así también la total premeditación con que se cometiera el hecho».
«Asimismo, ha quedado demostrado claramente que Lucas Pertossi filmó, desde el momento que son sacados del interior del Boliche Bailable Le Brique, hasta el preciso momento que abordaron a la víctima (…), lo que reafirma la premeditación», indicó.
En esa línea, consideró acreditado «que dentro de Le Brique los agresores causaron un conflicto con la víctima» y que «premeditadamente, previo repartirse roles entre todos los agresores, procedieron a agredir físicamente» al joven «para causarle muerte, sin que ni siquiera Fernando pudiese advertir la agresión, siendo que fue por detrás, sumado todo ello a que lo rodearon y a la superación numérica en cantidad de agresores».
En cuanto a la acusación, Zamboni relató que los rugbiers «se abalanzaron sobre» Fernando para «agredirlo físicamente primeramente por detrás, todo ello en forma premeditada y con el fin de darle muerte (…) siendo que previamente se había suscitado un altercado con la víctima en el interior del citado bailable».
Al describir el ataque, la funcionaria dijo que Báez recibió «golpes de puño en su rostro», que cayó «al piso inconsciente», que una vez indefenso y «con el fin de darle muerte, patearon la cabeza del mismo causándole de ésa forma lesiones corporales, en particular, lesiones internas y externas, que le provocaron su deceso en forma casi inmediata» por «un shock neurogénico»
Subrayó además que Lucas Pertossi comunicó la muerte de Fernando al resto del grupo con el término «caducó», en un audio enviado al grupo de Whatsapp de los imputados, y a través del mismo grupo, Ciro Pertossi ordenó que no se hable del tema con «nadie», lo que la fiscal sumó como indicio de un «pacto de silencio».
Zamboni destacó además que en la causa hay una filmación de una cámara de seguridad en la que «se observa claramente cómo Ciro Pertossi se limpia sus manos en todo momento de espaldas a los efectivos policiales, pero siendo tomado dicho accionar por las cámaras, tratando el mismo de ocultar sus manos -con posibles manchas hemáticas- al personal de Infantería».
En este sentido, agregó que se ve luego a «este sujeto, chuparse los dedos -presuntamente con sangre- para no ser descubierto e identificado por el personal policial como agresor».
Sobre la continuidad de la causa, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, dijo en una conferencia de prensa que «hay mucha prueba incorporada y mucha prueba para producirse» y entre ella mencionó que restan conocerse «los análisis de cotejos de ADN y pericias como la scopométrica y químicas»
En ese sentido, estimó que quedan entre «dos o tres meses» de instrucción, pero anunció que desde la fiscalía harán el intento de que el juicio «se haga en el curso de este año».