«El cierre de la actividad comercial en El Palomar es una acción más que atropella el bienestar de miles de pasajeros, comercios y empleos, anteponiendo un apagón ideológico a los beneficios que esa actividad significaba», expresó Macri en una carta difundida por redes sociales.
La decisión de no seguir operando vuelos comerciales desde El Palomar fue tomada por el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), al aducir que esa base aérea no garantizaba el cumplimiento de los protocolos de emergencia sanitaria en el marco de la pandemia de coronavirus y que el único aeropuerto que cumplía con los requisitos de seguridad era Ezeiza.
Ante esta disposición del Orsna, las aerolíneas low cost que tenían su base en El Palomar solicitaron el traslado a Ezeiza: JetSmart fue la primera, iniciando sus vuelos desde allí el 19 de noviembre, mientras que Flybondi, que actualmente cuenta con un solo avión en su flota, comenzó a volar este sábado.
El aeropuerto de El Palomar funcionó, desde su creación, como una base militar y solo durante el año 2010, mientras el Aeroparque Jorge Newbery estuvo cerrado por refacciones, recibió vuelos comerciales.
El Gobierno de Cambiemos decidió que El Palomar pasara a formar parte del Sistema Nacional de Aeropuertos y en febrero del 2018 comenzó a operar comercialmente, primero con Flybondi y luego con JetSmart.
Desde entonces, las operaciones en El Palomar estuvieron envueltas en una serie de controversias a raíz de que mientras un grupo de vecinos se oponía a su funcionamiento y lo catalogaba de «trucho», otra parte de la población lo festejaba en virtud del movimiento comercial que las operaciones aéreas provocaron en la zona.
Los principales cuestionamientos se basaban en que el movimiento de los aviones, sobre todo en horario nocturno, afectaban a los vecinos de la zona, lo que llevó a planteos ante la Justicia que derivaron en los últimos tiempos en una medida cautelar que prohibía los despegues y aterrizajes entre las 22 y las 6 del día siguiente.
Las aerolíneas, sobre todo Flybondi, se movilizaron para intentar frenar la acción judicial, pero hasta el momento en que se irrumpió la pandemia de coronavirus, la medida estaba firme y condicionaba las operaciones de las empresas.
Fue Flybondi, también, la que más se opuso al traslado a Ezeiza, mientras que JetSmart aceptó el cambio sin mayores cuestionamientos, y en efecto fue la primera de las dos en iniciar sus servicios desde «Ministro Pistarini».
El ministro de Transporte, Mario Meoni, sostuvo que ambas compañías habían «decidido operar desde Ezeiza» y remarcó que «cuando se abra Aeroparque, lo van a seguir haciendo desde allí».
«No es el cierre de El Palomar, a lo que hay que darle una refuncionalización, pero las compañías aerocomerciales que operan en Argentina van a tener que operar desde Aeroparque desde febrero, cuando esté nuevamente operativo y sus vuelos regionales serán desde Ezeiza», puntualizó el funcionario.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aclaró también que «hubo un acuerdo de las dos empresas que estaban operando allí para empezar a operar desde Ezeiza. El Palomar no está cerrado, sino que está sin operación».
Tras expresar su «tristeza» por esta decisión, Macri apuntó en su carta que «facilitar al máximo el acceso a los vuelos, entre otras cosas habilitando un aeropuerto cercano que implicara los mínimos gastos de transporte para arribar allí, fue una pieza muy importante para el éxito de esta revolución de los aviones. En poco tiempo el aeropuerto de El Palomar se volvió el cuarto con mayor número de pasajeros del país».
El expresidente planteó que «estas clausuras políticas no son en contra de lo que hicimos en nuestro gobierno, son en contra de los argentinos de menores recursos que se beneficiaban con ellas».
«Las clausuras ideológicas abarcan otras políticas públicas que funcionaban muy bien, como lo que hicieron al desmantelar el uso del Expediente Electrónico, un instrumento indispensable para la transparencia de la administración pública porque permite que cada paso de un expediente quede registrado de manera digital, garantizando su trazabilidad», indicó.
En esa línea, Macri señaló que «el Expediente Electrónico era una vigía contra los actos de corrupción. Lo apagaron. También eliminaron las Sociedades Anónimas Simplificadas que permitían en una hora estar operando como empresa. ¿Y qué pasó? Ahora Uruguay le ofrece a los argentinos crear Sociedades Anónimas Simplificadas».