Desde hace décadas Occidente puso sus ojos en India, en la búsqueda de una alternativa espiritual bajo una mirada desde lo exótico.
La historia entre India y Occidente no es nueva. Puede resumirse en tres grandes periodos. El primero de ellos se remonta a la época del rey Ashoka (304 aC – 232 aC) al establecer contacto con Occidente a través de misioneros budistas, quienes tomaron contacto y transmitieron su mensaje a los griegos, pero también a los hebreos, influyendo de esta manera en el cristianismo posteriormente, como bien se atreve a sostener el teórico francés Guy Sorman. El segundo se basa en la mirada de los pensadores europeos como Tocqueville, Voltaire, Schopenhauer, quienes enaltecían las maravillas de la civilización india.
Pero existe una tercera fase en la cual es necesario detenerse: la búsqueda de una espiritualidad renovada. Ya en los 50 llega la noticia de la independencia reciente de la India de la mano de Ghandi y su llamativo movimiento de la no violencia” (concepto que se le atribuye pero que tomó prestado del Jainismo). En los 60, los Beatles, influenciados directamente por la música india en varias de sus canciones, realizaron un viaje de retiro dedicado a la meditación aunque culminó por desgracia con la muerte del quinto Beatle”. El movimiento hippie no quedó afuera y vio en la India el paraíso en sí mismo, el ideal tan anhelado, lo que no hacía más que construir una ilusión, otra imagen perfectamente recortada y acomodada a intereses particulares. Pero no solo los hippies, el movimiento estudiantil del 68, el rechazo a la guerra de Vietnam y la lucha de Martin Luther King estuvieron atravesados por el pacifismo y la no violencia gandhiana.
A esto sigue en las sucesivas décadas, viajes espirituales” para conocer las profundidades” de la India, reencontrarse” con uno mismo, conocer un país espiritual”, entre cientos de otras tantas premisas. En resumen, oleadas masivas de turistas llegaban sedientos de una supuesta fuente espiritual con el objeto de dar respuesta y sentido a los grandes interrogantes de la vida que no encontraban respuesta en su país de origen. Esto no deja de lado el costado más oscuro: la aparición de miles de falsos gurús y peligrosas sectas, dispuestas a embaucar a occidentales desprevenidos, despojándolos no solo de sus riquezas sino hasta de su propia integridad física y mental. No son pocos los casos de jóvenes que por desgracia terminaron encontrando la muerte en el país de la Iluminación” en este contexto. Y si hablamos de gurús, no es necesario viajar hasta la India, basta recordar el misterioso y extraño acercamiento del ex presidente Mauricio Macri con el gurú Ravi Shankar.
Los cambios sucedidos en la segunda mitad del siglo pasado ayudan a entender el fenómeno de esta última ola India-Occidente. El cristianismo católico, como religión tradicional de Occidente comienza a sufrir una erosión progresiva. Fruto de un nuevo cuestionamiento sobre los dogmas y la doctrina tradicional de la religión, así como de sus instituciones, la insatisfacción constante de sus fieles y la moderna globalización que lleva a un mundo más pequeño” e interconectado, comienzan nuevas búsquedas que giran la mirada hacia lo oriental. Y es así, como poco a poco, llegamos a la situación actual. Este ímpetu oriental se verá alimentado por intereses comerciales, el deseo por ampliar nuevos horizontes en lo espiritual abre las puertas también para saberes y practicas foráneas que ingresan como novedades listas para ser consumidas, alimentando un voraz mercado que ha encontrado un nuevo nicho comercial.
De fraudes y malentendidos
Para terminar, podemos hablar de los nuevos productos” que nos llegan. Mándalas que circulan como simples dibujos para meditar cuando en realidad estamos frente a diagramas geométricos utilizados en rituales sagrados en las prácticas del tantra y del hinduismo y vinculados a divinidades. El escándalo no queda afuera si hablamos del Telar de la Abundancia” o Mandala”, una estafa que se popularizó el año pasado. Consistía en un aporte monetario inicial que prometía una devolución mucho mayor sin esfuerzo alguno excepto la propia fe de sus miembros. Lo mas escandaloso aun fue que llegó a involucrar a actrices argentinas como Jazmín Stuart en un negocio engañoso que involucraba 1440 dólares como primera contribución. Incluso se tejió bajo supuestos del feminismo como de empoderamiento femenino” para adaptar el fraude a nuestros días.
Preservativos de tipo tantra” que lleva a preguntarse ¿qué tiene de tantra? Podríamos caracterizar al tantra como una práctica ritual basada en el culto a ciertas divinidades (algunas consideradas temibles por algunos) donde se busca entablar una conexión especial entre lo humano y lo divino, para lo cual se vale del sexo como uno de sus principales elementos pero también de recursos mágicos ocultos, de mantras, mandalas y del yoga. Una breve mención merece el economista argentino Javier Milei, quien en una entrevista de 2018 afirmó practicar el sexo tántrico”, ¿sabrá lo que significa o será otra presa más de esta vorágine orientalista?
El caso más emblemático es el del Kamasutra. Conocido en principio por todos como un libro de posturas sexuales, la realidad es mucho más compleja. El Kamasutra es un libro escrito por Vatsyayana Mallanaga, que enseña sobre los objetivos de la vida (religión, placer y poder) las relaciones en pareja, el arte de cortejar, el adulterio y el erotismo esotérico (conseguir el amor de alguien, reavivar la pasión, aumentar el tamaño del miembro viril, etc). En realidad, el libro no contiene en ninguna de sus hojas ilustraciones de posturas sexuales y solo hace referencia a ello en el capítulo dedicado al sexo.
Sin duda la India seguirá apareciendo en escena en múltiples ocasiones. Estará allí dispuesta a ofrecer” a Occidente lo que necesite para satisfacer los caprichos de sus ciudadanos burgueses, como fábrica de deseos y oportunidades o más bien, como un mercado de lo exótico.