Por Ernesto Kaplan, de nuestra Redacción
@ernestkaplan
Los gremios estatales de Córdoba se mantienen en alerta a la espera de que la administración de Juan Schiaretti los convoque en los próximos días a renegociar la paritaria para lo que resta del presente año, tras la culminación de la aplicación de la cláusula gatillo. Este mecanismo de actualización salarial automática, basado en el Índice de Precios Al Consumidor (IPC) que la Provincia mide todos los meses en esta jurisdicción, estuvo vigente hasta el 31 de agosto pasado pero se suspendió como consecuencia directa de la sostenida caída en la recaudación provincial, que ya acumula 14 meses en “rojo”. Si el panorama se vislumbraba por demás complejo para las arcas del gobierno de Córdoba, el agravamiento de la crisis económica nacional por la mega devaluación de las últimas semanas lo tornó aún peor.
Ante este escenario, la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc) y el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) reconocen las dificultades existentes, pero anticipan que una vez que los convoquen a dialogar en el Centro Cívico, procurarán preservar la cláusula gatillo. Lo cierto es que las tratativas podrían volverse conflictivas, debido a la actual situación de emergencia económica que atraviesa el país por la volatilidad cambiaria, entre otros factores de riesgo. De todos modos, hay un dato de la realidad que alimenta las expectativas de los gremios estatales: la reapertura de la paritaria se producirá en plena campaña con miras a las elecciones generales del 27 de octubre. En esa competencia, estará inmersa la boleta corta de candidatos a diputados de la coalición Hacemos por Córdoba, que responde directamente a una estrategia proselitista de Schiaretti. Por lo tanto, cabe preguntarse si el Gobernador permitirá que, en medio de la contienda proselitista, se dispare un plan de lucha con nuevas protestas por parte de los docentes y agentes públicos.
La tendencia negativa de los ingresos provinciales fue confirmada ayer por el Ministerio de Finanzas de Córdoba, que en un comunicado reveló que la recaudación total de agosto presentó una variación nominal del 43,2% respecto del mismo mes de 2018. Descontando la inflación, implicó una disminución del 6,6% en términos reales. Debido a ello, la Provincia registró una pérdida acumulada de $20.331 millones en 12 meses, superándose en $3.470 millones lo recaudado mensualmente en promedio. Si se tiene en cuenta el inicio del período donde la recaudación de la Provincia comienza a perder frente a la inflación (julio de 2018), la pérdida asciende a $20.956 millones en 14 meses.
Confirman el impacto de la crisis nacional
La cartera de Economía que conduce Osvaldo Giordano advirtió en la víspera que “las finanzas públicas de la Provincia siguen viéndose perjudicadas por la crisis nacional. Esto se debe a que casi el 90% de los recursos provienen de impuestos ligados a la actividad económica (IVA, Ganancias, Ingresos Brutos y Sellos), lo cual genera una alta prociclicidad en los ingresos”.
Finalmente, se agregó que los recursos propios cayeron un 7,2% en términos reales, mientras que los de origen nacional mostraron una performance similar, disminuyendo un 6,2% real. El crecimiento de la recaudación tributaria nacional por encima de la inflación no refleja lo acontecido en la Provincia. Esto se explica principalmente porque los ingresos nacionales incluyen lo recaudado por Derechos de Exportación –no coparticipable-, que en agosto mostraron un crecimiento del 519% interanual.