Pasaron cien años del nacimiento de la célebre escritora brasilera Clarice Lispector. Aquella mujer que se posicionó en la literatura del siglo XX y se convirtió en una de las más leídas en América Latina, falleció en vísperas de su cumpleaños en el año 1977 a los 56 años en Río de Janeiro. Sus obras que se convirtieron en clásicos, se siguen reproduciendo, reeditando y traduciendo hasta el día de hoy.
Su estilo literario se marcó por no poseer uno. No escribo para agradar a nadie”, fue una de sus frases más repetidas cada vez que lectores y periodistas le reprochaban que no entendían sus libros.
Lispector escribió sobre el placer, el amor, la vida, la muerte, la mujer y el arte de la escritura. El legado de novelista traspasó las fronteras de los continentes, de lo preestablecido y de lo predecible, invitando a cada persona que leyera esos párrafos, a explorar lo desconocido del interior de cada ser y a cuestionase la existencia misma. Escribo muy simple y muy desnudo. Por eso hiere”, reza la autora en Un soplo de vida” (1997).
Nacida hace exactamente cien años, el 10 de diciembre de 1920, en Chetchelni, Ucrania, Chaya Pinkhasovna Lispector, fue la tercera hija de Pinkhas y Mania. Un año después de su nacimiento, la familia huyó de aquella localidad judía atravesada por el hambre, la crisis y la persecución. Este viaje terminó en Brasil, donde adoptaron nombre portugueses: Chaya se convirtió en Clarice. Fue aquella lengua de la que la niña se apropió para comenzar a proyectar sus pensamientos, sentimientos y sueños sobre el papel.
Con tan sólo 23 años, publicó Cerca del corazón salvaje” (1943), ganadora del premio Graça Aranha a la mejor novela. La historia de este ejemplar es como una especie de rompecabezas: Juana, la protagonista, intenta reconstruir toda su vida. Meses más tarde, la autora se casó con Maury Gurgel Valente, un diplomático que conoció mientras estudiaba Derecho y que la llevó a recorrer varios países.
El lenguaje único que utilizaba para aquellos tiempos puede verse en libros de cuentos como: Algunos cuentos”, Lazos de familia”, La legión extranjera”,y también en las novelas La pasión según G.H.”, Agua viva” La lámpara” o Para no olvidar”.
Ya a los 40 años, abandonó a su marido en Europa. Fue con traducciones y crónicas que realizaba para distintos diarios, que pudo encargarse de los cuidados de Paulo y Pedro, sus hijos. Por ellos, la periodista comienza a sumergirse en la literatura infantil: Paulo le pidió una historia, esa historia es la que hoy se conoce como El misterio del conejo pensante”, el puntapié que dio lugar , tiempo después, a Casi de verdad”, La mujer que mató a los peces”, La vida íntima de Laura” y Cómo nacieron las estrellas doce leyendas brasileñas”.
La claridad, contundencia y la determinación que caracterizaban Clarice Lispector a la hora de contestar cada pregunta que le hacían, desconcertaba a más de un periodista. Con 85 obras escritas y publicadas, la redactora siempre se escribió a ella misma en cada una de sus historias, a través de diferentes estilos, personajes y relatos que muchas veces resultaban incomprensibles a la lectura tradicional, convirtiéndose en la escritora moderna del siglo XX.