La mujer de 31 años y madre de dos niños fue asesinada mientras esperaba el colectivo en calle Curazao al 2000, casi esquina Río Pinto, de barrio Congreso. El miércoles pasado, cerca de las 5 de la madrugada, Silvia fue sorprendida por dos delincuentes a bordo de una moto, quienes le dispararon en la cabeza y la mataron.
La joven indefensa iba camino a su trabajo como personal de limpieza en una clínica privada de la ciudad, en sus manos, sólo tenía una bolsa con un suéter y un permiso de circulación.
El viernes pasado, luego de la investigación a cargo de Homicidios de la Policía de Córdoba, había quedado detenido Víctor Hugo López, de 48 años, imputado en homicidio en ocasión de robo y sindicado como el presunto autor material del disparo mortal.
Sin embargo, en las últimas horas el fiscal Casas dispuso la liberación de López, ya que no existe una sola prueba firme que lo involucre con el crimen de Apaza. Ni las cámaras de seguridad, ni la geolocalización de su celular, ni tampoco declaraciones de otros testigos lo involucran con el caso.
Además, el único imputado del terrible hecho no tiene ningún antecedente penal.
Por lo tanto, los dos delincuentes que participaron del crimen continúan libres, prófugos y no identificados por el momento.
Carlos Nayi, abogado querellante en la causa dijo esta mañana que la decisión del fiscal no le sorprende” porque en hechos de tanta gravedad como el que se investiga se deben conformar pruebas que lleve al autor penalmente responsable a juicio oral y público, inocentes no”.
Debido a la falta de pruebas se ordenó su liberación y el crimen no tiene aún ningún detenido. «Hasta ahora no hay sospechosos», lamentó en diálogo con El Doce Nayi, abogado de la familia de Apaza.