Un total de 130 fiestas clandestinas fueron desarticuladas en Córdoba durante el fin de semana, mientras 82 personas terminaron detenidas por incumplimiento a las medidas sanitarias, aunque autoridades destacan que «en general» el comportamiento fue «correcto».
Así lo describió el ministro de Seguridad de la Provincia, Alfonso Mosquera, quien aseguró que «el comportamiento ha sido correcto, ha alcanzado plenamente las expectativas que se tenía por el DNU presidencial».
Sin embargo, el funcionario opinó que «como ocurre en todas partes del mundo hay personas reticentes, la Policía siguió un plan de contingencia con los municipios, esos contribuyó para desactivar 130 fiestas clandestinas».
Además, «hay 82 detenidos que son los organizadores de las fiestas», 35 en la capital y 47 en el interior, mientras que una gran cantidad de personas «fueron multadas por asistir a esos eventos», que en la mayoría de los casos son organizadas «con anticipación», subrayó el ministro.
Asimismo, aclaró que en las rutas tuvieron que hacer regresar a personas que llegaban sin autorización, con el propósito de realizar turismo: «Se les explicó que eso no estaba permitido, estaba vedado y eso pasó en distintos límites de la provincia. Sobre todo en la autopista Rosario-Córdoba», dijo.
Se labraron 823 multas por incumplimiento a la ley 10.702, y se controlaron 7.053 vehículos, de los cuales uno fue secuestrado y trasladado, y 9.944 personas.
De esos vehículos, a 420 se les indicó que no podían avanzar y los conductores tuvieron que volver, al igual que 719 de las personas controladas.
El subjefe de la Policía, Ariel Lecler, manifestó en declaraciones a medios locales que en caso de que la gente esté circulando sin permiso se les pide que vuelvan a sus domicilios, aunque la intervención es más fuerte en las fiestas clandestinas.
Por otra parte, aclaró que los controles sobre los comercios dependen de los municipios, y son acciones que «exceden a la Policía».