Los testimonios vuelven a poner en el centro de la causa al departamento de Cristina Kirchner

La reconstrucción se basa en las anotaciones de Oscar Centeno. José López y Claudio Uberti confirmaron que allí se recibía el dinero de contratistas del Estado.

Los testimonios vuelven a poner en el centro de la causa al departamento de Cristina Kirchner

Este martes se desarrolló otra audiencia por la Causa Cuadernos.

La causa de los Cuadernos volvió a poner en primer plano el departamento la ex presidenta Cristina Fernández ubicado en la esquina de Uruguay y Juncal, en Recoleta, señalado por la Justicia como uno de los principales puntos de acopio del dinero recaudado a través del sistema de coimas atribuidas a ex funcionarios del kirchnerismo.

De acuerdo a la acusación, el lujoso departamento del quinto piso funcionó durante años como escala intermedia para el almacenamiento de bolsos y valijas cargados con dólares provenientes de contratistas del Estado.

Durante la instrucción del expediente, el fallecido juez Claudio Bonadio definió a Néstor y Cristina Kirchner como jefes de una asociación ilícita que recibía pagos ilegales destinados al Poder Ejecutivo y a colaboradores de máxima confianza. Parte de ese circuito, según la investigación, incluía repetidas entregas en Uruguay 1306, donde la entonces presidenta residió hasta el intento de homicidio en su contra en 2022.

Para la Justicia, solo en ese domicilio se totalizaron 87 entregas por un total de 69,7 millones de dólares. Para arribar a esa conclusión hubo una reconstrucción, la cual se fundó, entre otros elementos, en las anotaciones de Oscar Centeno, exchofer de Roberto Baratta y quien dio cuenta de viajes nocturnos en los que trasladaba bolsos desde oficinas privadas hacia Recoleta.

Otra de los puntos que señaló Centeno fue que, tras la muerte de Néstor Kirchner en 2010, cambió el destino final de los bolsos: ya no era Uruguay 1306 sino la casa de Baratta en el barrio de Belgrano, desde donde el dinero volvía a circular hacia otros puntos, incluida la Quinta de Olivos. La primera confesión como arrepentido del ex chofer confirmó que ese departamento era un eslabón clave del sistema.

Cristina Fernández de Kirchner cuando vivía en el departamento de Uruguay y Juncal.

Otros imputados colaboradores reforzaron esa versión. Claudio Uberti, ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales, declaró haber entregado allí bolsos de más de diez kilos tras reuniones con empresarios, y recordó haber visto unas veinte valijas repletas en el interior del departamento.

El ex funcionario, también condenado por el ingreso de la valija con 800 mil dólares del empresario venezolano Guido Antonini Wilson, afirmó que Daniel Muñoz, secretario privado de Néstor Kirchner, recibía esos fondos y que el destino final solía ser Río Gallegos, donde según dijo en su declaración también como arrepentido, existían bóvedas adquiridas al Banco Hipotecario. Agrega Uberti que, en una de esas ocasiones, Muñoz bromeó con que abriría “un negocio de valijas” por la cantidad que acumulaba.

El ex secretario de Obras Públicas José López también mencionó aquella propiedad. Indicó que en julio o agosto de 2007 se entregaron allí unos ocho millones de dólares vinculados a la recaudación por obras viales.urYvPQ

El requerimiento de elevación a juicio firmado por el fiscal Carlos Stornelli sostiene que, tras la muerte de Néstor Kirchner, dejó de utilizarse el departamento para recibir los bolsos, pero el flujo de dinero continuó y mantuvo como destinataria final a Cristina Kirchner.

El departamento de Recoleta ya era conocido por su vínculo con Lázaro Báez. En 2009, Austral Construcciones, firma que supo ser del empresario santacruceño, alquiló el piso por seis meses a través de la inmobiliaria de Máximo Kirchner, con pagos mensuales de poco más de 25 mil pesos.

Salir de la versión móvil