ROMA.- Tal como habían anticipado las fuentes conservadoras del Vaticano, el papa Francisco hundió ayer las esperanzas de que los diáconos casados puedan acceder al sacerdocio en las comunidades aisladas del Amazonas, al excluir completamente el tema en su exhortación apostólica Querida Amazonia”. Los 169 obispos amazónicos reunidos en el sínodo del año pasado votaron por una mayoría de dos tercios (por 128 votos contra 41) a favor de la ordenación de curas casados en las regiones más aisladas del Amazonas para dar los sacramentos en comunidades aisladas, que muy raramente reciben la visita de algún sacerdote.
Si bien se suponía que el sumo pontífice apoyaba la medida en forma restringida, con valor solo para el área amazónica, el papa ratificó ayer su apego al celibato de los sacerdotes al no incluirla en su esperada exhortación apostólica. Al contrario, Francisco aludió allí a la idea de fomentar la participación de hombres maduros” laicos. Una iglesia con rostro amazónico requiere la presencia estable de líderes laicos maduros y dorados de autoridad”, escribió y consideró que facilitar solo una mayor presencia de sacerdotes sería un objetivo muy limitado si no se intenta también provocar una nueva vida en las comunidades”.
Sin embargo, Francisco dejó en claro que solo los sacerdotes pueden administrar los sacramentos e ignoró la propuesta de los diáconos convertidos en curas casados, así como también la posibilidad del diaconato para las mujeres, otra propuesta salida de la asamblea de obispos de octubre pasado. El papa insistió en cambio en la necesidad de promover el encuentro con la palabra” a través de variados servicios laicales que suponen un proceso de preocupación bíblica, doctrinal, espiritual y práctica” a través de diversos caminos de formación permanente”; a la vez que exhortó a los obispos de América Latina a ser más generosos, orientando a los que muestran vocación misionera para que opten por el Amazonas”.