Italia se cierra totalmente para contener la epidemia
ROMA.- Tal como le habían reclamado los gobernadores del norte de Italia, la zona más afectada del país, el primer ministro Giuseppe Conte anunció la paralización total de la actividad en el país, decretando el cierre de todos los comercios salvo los de bienes de primera necesidad, como farmacias y tiendas de alimentos, para frenar el cada vez más devastador avance del coronavirus.
Conte informó estas nuevas medidas draconianas e inéditas en la historia del país en la noche del miércoles, al cabo de otra jornada dramática en la que la cifra de muertos batió un nuevo récord: 196 en un solo día. Ayer, el cuadro se extendió con la ruptura de la cifra simbólica de los 1.000 fallecimientos desde el inicio de la crisis epidemiológica, con 189 nuevos decesos que llevaron el total a 1.016. En las últimas 24 horas se registraron 189 víctimas. Desde el inicio de la crisis el 67% tenía patologías previas y el 98% más de 60 años”, anunció el titular de la Protección Civil, Angelo Borrelli.
La jornada ya había mostrado un panorama inédito en la península europea, con todos los bares, restaurantes y negocios de ropa de las ciudades cerrados y el espacio público absolutamente desierto. Sólo los supermercados, farmacias y kioskos permanecían abiertos en un país donde los restaurantes mueven el 30% de su economía.
Cuidado, no sirve salir corriendo a los supermercados para comprar comida”, advirtió el premier, que aclaró que también los kioskos de diarios y tabaco seguirán abiertos. Las actividades profesionales sólo pueden seguir adelante con el sistema de smart-working desde casa. Hay que limitar los traslados”, reiteró Conte, que volvió a insistir en la necesidad absoluta de que los 60 millones de italianos se queden encerrados en sus casas y no salgan salvo urgencias. A partir de hoy, se frenarán además las operaciones en uno de los dos aeropuertos de Roma, la ciudad capital, y desde el martes el otro aeropuerto cerrará la Terminal dedicada a los vuelos europeos.
España suspende las clases y el virus alcanza al liderazgo
MADRID.- El dramatismo en España se disparó ayer luego de que se conociera que la ministra de Igualdad, Irene Montero, está enferma del coronavirus, lo que obligó a que todos los integrantes del Ejecutivo se sometieran a un test para saber si habían sido contagiados. Los propios reyes Felipe y Letizia también se realizaron la prueba ya que habían coincidido con Montero en un acto en días pasados.
El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quedó en cuarentena por ser la pareja de Montero, quien informó que me encuentro bien” y voy a permanecer en casa desarrollando mi trabajo por medios telemáticos”. No fue el único caso en la clase política española, ya que ayer se anunció que Santiago Abascal, líder del ultraderechista Vox, también había dado positivo en las pruebas de coronavirus. El problema es que se habría contagiado del secretario general de su partido, Javier Ortega Smith, en un congreso multitudinario que Vox celebró en Madrid, en el que se congregaron 9.000 personas. La propia Montero participó el domingo en una manifestación de 120.000 personas por el Día de la Mujer en Madrid.
España es el segundo país de Europa con más contagios, ya registra 84 fallecidos y 3.142 casos confirmados, según las últimas cifras conocidas ayer. Ante este escenario, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció un plan de choque para detener la epidemia: además de inyectar 4.225 millones de euros para reforzar los servicios sanitarios, anunció el cierre de todos los centros educativos del país, medida que afectará a 9.552.000 estudiantes. Además pidió a los ciudadanos que se queden en sus casas y eviten las concentraciones masivas.
También Francia decidió suspender ayer todas las clases en escuelas y universidades de todo el país a partir de la semana próxima, luego de que se comprobaran más de 4.600 casos positivos con 118 decesos. Es la crisis sanitaria más grave que ha conocido Francia en el último siglo”, definió el presidente Emmanuel Macron.
Bolsonaro podría estar contagiado