PARÍS.- La pandemia del coronavirus provocará en Francia la mayor recesión de su economía desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, mientras sigue creciendo el ritmo de muertos y contagios a paso galopante.
El ministro de Economía del gobierno galo, Bruno Le Maire, aseguró ante el Senado que el retroceso de la economía francesa estará «muy por encima» del -2,2% registrado en 2009, la peor cifra desde la postguerra. Es más, el funcionario extendió su diagnóstico a toda Europa al advertir que la crisis podría acabar con el euro si no se limitan las divergencias económicas entre los países miembros del bloque.
«Es una crisis global. Uno de mis elementos de inquietud es la capacidad de la zona euro para resistir», afirmó Le Maire, quien advirtió que el peligro es que las economías más sólidas, como la alemana, «pongan sobre la mesa cifras astronómicas para proteger su economía» y «cuando acabe la crisis se recuperen más rápidamente» que otras, como la italiana. «Una zona monetaria común no podrá soportar diferencias económicas crecientes entre sus miembros», alertó Le Maire, quien reclamó la constitución de un fondo solidario común para financiar un gran plan de inversiones estatales que relance la economía de todos los países.
Francia es uno de los países más afectados de la UE por la pandemia: mientras en Italia y España comienza a ceder la ola de contagios y muertes, ayer reportó 833 fallecimientos en 24 horas por coronavirus (para totalizar 8.911 muertos), la mayor cifra desde que se desató la crisis. Italia, en cambio, comienza a ver un haz de luz al final del túnel, pues ayer reportó 1.941 nuevos contagios contra los 2.972 del domingo, aunque el número de muertos volvió a ser importante al cerrar en 636 (para un total de 16.523 fallecidos). «Estos números nos confirman sustancialmente una tendencia que conforta», planteó Luca Richeldi, miembro del comité técnico que asesora al Gobierno.
España también comenzó a doblegar la curva de contagios en el inicio de la cuarta semana de confinamiento de la población, pese al alto número de víctimas fatales diarias (ayer reportó 637 muertes en 24 horas, que elevaron el total a 13.055). Pero el dato alentador es que el número de contagios secundarios que genera cada enfermo de coronavirus «bajó a menos de uno en al menos 15 comunidades autónomas», afirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
«Las medidas (de aislamiento de la población) han funcionado, pero todavía no hemos terminado; debemos abordar la segunda etapa, doblegar el pico y preparar la desaceleración» de la pandemia, subrayó Illa, quien insistió en que «España y el mundo entero se enfrenta a la mayor emergencia sanitaria en 100 años». También los contagios volvieron a caer ayer en España, con 4.273 infectados más, un aumento que sitúa el global de diagnósticos en 135.032, aunque también creció el número de curados hasta llegar a las 40.437 personas.
Además, el gobierno regional de Madrid informó que la presión en las urgencias de los hospitales cayó drásticamente en un 80%, pasando de 1.950 personas a 390 en una semana, lo que fortalece las esperanzas. El gobierno de Pedro Sánchez mantiene hasta el jueves la prohibición de realizar actividades productivas no esenciales, aunque el confinamiento masivo seguirá hasta después de Semana Santa.