Wisconsin vuelve a arder ante otro caso de violencia policial

Wisconsin vuelve a arder ante otro caso de violencia policial

WASHINGTON.- Un nuevo y terrible caso de violencia policial racista generó una ola de indignación en Estados Unidos en pleno inicio de la campaña electoral rumbo a las elecciones del 3 de noviembre, con el presidente Donald Trump cada vez más complicado en las encuestas de intención de voto.

El padre de Jacob Blake, el hombre afroamericano baleado en la espalda por policías el domingo en Kenosha -una ciudad del estado de Wisconsin donde hace tres meses fue asesinado George Floyd-, reveló ayer que su hijo quedó paralítico de la cintura para abajo, luego de que manifestantes quemaran autos y destrozaran negocios en la segunda noche de disturbios para exigir la detención de los agentes involucrados.

El padre de Blake informó al diario Chicago Sun-Times que los médicos que atienden a su hijo le dijeron que recibió ocho disparos durante el ataque que quedó grabado en un video que rápidamente se viralizó y generó un nuevo brote de furia ciudadana contra la violencia racista en el suroeste de Wisconsin. Pese al toque de queda decretado por las autoridades del estado, el lunes a la noche volvieron a repetirse los fuertes incidentes con cientos de manifestantes que, además de quemar autos y atacar negocios y edificios públicos, se enfrentaron con la policía, que reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma.

Las refriegas dejaron nuevamente un escenario de guerra como sucedió en la ola de protestas que desató el asesinato de Floyd hace pocos meses, que vuelven a renacer en el peor contexto para la Administración republicana, que salió a cuestionar las protestas y a acusar a los demócratas de manipular los hechos para obtener réditos electorales. A su vez, el gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers, condenó duramente el tiroteo aunque pidió el despliegue de 125 miembros de la Guardia Nacional en Kenosha para intentar contener los desmanes.

Debemos estar a la altura de este movimiento y este momento y enfrentarlo con nuestra empatía, nuestra humanidad y un férreo compromiso para interrumpir el ciclo de racismo y prejuicio sistémico que devasta a las familias y comunidades negras”, señaló Evers, quien llamó a la población a mantener las manifestaciones pacíficas.

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