WASHINGTON.- El republicano Donald Trump, uno de los presidentes más polémicos en la historia de Estados Unidos, se fue ayer por la mañana de la Casa Blanca con un discurso plagado de autoelogios y se instaló en Florida sin saludar a su sucesor, Joe Biden, a quien deja un legado de caos y una nación fracturada. Estos fueron cuatro años increíbles. Nuestro Gobierno no fue normal”, aseveró Trump en su despedida realizada desde la base aérea de Andrews, cerca de Washington, al pie del avión presidencial que lo llevó a su club de golf Mar-a-Lago, en Palm Beach, donde residirá desde ahora.
Volveremos de alguna manera”, aventuró Trump en su último discurso como mandatario, donde repasó sus principales logros: La reconstrucción de las Fuerzas Armadas”, el mayor recorte de impuestos de la historia” y el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus en tiempo récord”. Sin mencionar siquiera el nombre de su sucesor, Trump deseó suerte al futuro Gobierno al tiempo que lanzó un mensaje a sus partidarios.
Siempre lucharé por ustedes. Estaré vigilando. Estaré escuchando, y les digo que el futuro de este país nunca ha sido mejor”, anticipó Trump, quien señaló que deseo al nuevo Gobierno mucha suerte y mucho éxito. Tienen los fundamentos para hacer algo realmente espectacular”. Lo cierto es que, a cuatro años de su investidura, Trump deja el cargo sometido a dos juicios políticos, con millones de desocupados más que cuando asumió y más de 400.000 muertos por coronavirus.