Un nuevo estudio científico devuelve la esperanza en la eficacia de las campañas de vacunación en un contexto global de crecimiento de la pandemia incluso en los países más avanzados en sus planes de inmunización de la población.
Según una investigación en curso en Inglaterra, la campaña de vacunación encarada por el gobierno de Boris Jonshon está comenzando a romper el vínculo entre la infección y las formas graves o mortales de la enfermedad. En efecto, los investigadores del Colegio Imperial de Londres encontraron que las infecciones por coronavirus cayeron alrededor del 60% en marzo en la principal nación del Reino Unido, gracias a la vacunación y las medidas de restricción social que desaceleraron la propagación del virus.
El estudio mostró que las personas de 65 años o más son las que ahora tienen menos posibilidad de infectarse, dado que fueron las primeras en vacunarse de la población. La investigación detectó además que la relación entre infecciones y muertes es divergente, lo que indica que las infecciones pueden haber resultado en menos hospitalizaciones y muertes desde el inicio de la vacunación generalizada”.
El plan de vacunación en todo el Reino Unido es uno de los más avanzados del mundo, con las inyecciones de AstraZeneca, Moderna y Pfizer, de las que ya se administraron más de 37 millones de dosis. El número de personas completamente vacunadas en el reino llega a más de 5,6 millones, equivalente al 8,6% de la población.
Aun así, pese a los resultados alentadores, los investigadores pidieron cautela al resaltar que los números no son concluyentes y se estabilizaron al final del período en estudio, que coincide con el momento en el que el Gobierno de Jonshon empezó a aliviar el confinamiento a nivel nacional y con la vuelta a las clases presenciales.
Por contraste, un estudio realizado por la Universidad de Chile en la campaña de vacunación encarada por el Gobierno de Sebastián Piñera determinó que la vacuna china Coronavac tiene una eficacia de apenas el 3% con una sola dosis, que crece al 56,5% dos semanas después de aplicada la segunda inyección.
El dato resulta relevante para entender la crisis sanitaria que vive Chile, que ayer volvió a superar el registro de más de 10.000 contagios diarios y atraviesa el peor momento desde que fue declarada la pandemia, pese a que también ostenta una de las campañas de vacunación más avanzadas del mundo.
Hasta la fecha, Chile -con una población de 19 millones- ha administrado al menos una dosis de vacuna a algo más de 7 millones de personas y dos dosis a más de 4 millones, es decir, más del 26% de la población objetivo, que llega a 15,2 millones de habitantes. Sin embargo, más del 93% de las vacunas utilizadas pertenecen a la inmunización del laboratorio chino Sinova.