A poco más de un mes del traspaso de mando en la Municipalidad de Córdoba, los cruces entre los funcionarios salientes y las autoridades que asumirán en diciembre sumaron ayer un nuevo capítulo, centrado en la compleja situación financiera que atraviesa el Palacio 6 de Julio. En este sentido, el viceintendente electo, Daniel Passerini, advirtió que “la realidad es que el municipio está en una emergencia económica y sanitaria”. “Entonces, más allá de que uno quiera pintar la realidad del color que se le ocurra y de que haya buenas intenciones, la realidad es que la Municipalidad de Córdoba está en una situación muy mala y que nosotros hemos sido elegidos no para contar una novela para llorar, sino para resolverla”, consideró Passerini en declaraciones al programa “Voz y Voto”.
Para el actual vicepresidente de la Legislatura provincial “esto se resuelve desde el reconocimiento de la verdad, que es lo que pretendemos que nos digan en la Comisión de Transición, y a la cual seguiremos yendo con la mejor buena voluntad porque no es solo una cuestión de ganas y de querer sacarnos una foto, sino de conocer la verdad por el bien de los vecinos”.
Las expresiones de Passerini fueron en respuesta a los dichos lanzados en las últimas horas por el intendente Ramón Mestre, quien alertó que el gobierno provincial le debe unos 1.000 millones de pesos a la ciudad. “Yo asumí con 10 millones de pesos en rojo en los bancos y tuve que pedirle un crédito a la Provincia para sueldos y aguinaldo. (El jefe municipal electo, Martín) Llaryora asumirá con una acreencia de 1.000 millones, son fondos que adeuda la Provincia en concepto de convenio de Equidad y Justicia, su actualización y los fondos de la obra de barrio Güemes. Él podrá pagar sueldos y aguinaldos con esos recursos”, repasó Mestre en diálogo con Radio Mitre.
Además, recalcó que esos recursos están presupuestados y que el atraso de la Provincia en los envíos complica las previsiones, y sostuvo que como el gobernador Juan Schiaretti y Llaryora “son del mismo equipo”, seguramente le pagará la deuda cuando asuma, con lo que se cubrirían los salarios de diciembre y el medio aguinaldo.