Desde el primer minuto en que el presidente Mauricio Macri reconoció el domingo último que quedaba trunca su intención de renovar un mandato al frente del Gobierno, el jefe de Estado envió señales al interior de Juntos por el Cambio que confirman que en la nueva etapa que se avecina a partir del 10 de diciembre buscará consolidar su rol de líder de la oposición. Desde entonces, Macri transmitió ganas de “involucrarse” en el futuro político, indicaron fuentes del Ejecutivo a la prensa porteña tras la reunión de Gabinete que mantuvo el martes pasado con sus funcionarios. Como dato para abonar ese proyecto, Marcos Peña, mano derecha del mandatario, destaca el respaldo que Macri conquistó en la ciudadanía en la última etapa de la campaña y que le permitió acortar la ventaja con el presidente electo, Alberto Fernández.
Pero además, la reconfiguración de la coalición oficialista (integrada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica) también se dirime entre quienes no tienen oficinas en la Casa Rosada. Por caso, el interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados que encabeza el radical Mario Negri enfrenta por estas horas la necesidad de reconvertirse rápidamente en opositor y definir el tipo de relación que mantendrá con el futuro nuevo oficialismo del Frente de Todos. La puja interna en la ex Cambiemos será entre las miradas que promueven una oposición férrea, confrontativa y sin dobleces, y aquellas que sugieren una postura dialoguista y moderada.
En el medio, se darán las discusiones por la conducción del interbloque. Por el lado de la UCR, el gobernador de Mendoza y diputado electo, Alfredo Cornejo, comenzó a moverse para pelearle la presidencia de la UCR al cordobés Negri, actual líder del bloque radical y del interbloque. Al frente de la Coalición Cívica quedará el porteño heredero de Elisa Carrió, Maximiliano Ferraro, mientras que en el PRO podría mantenerse Álvaro González, aunque en la pelea también entrará Cristian Ritondo, que responde a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
También habrá replanteos en el seno del radicalismo entre quienes sostienen la alianza con el PRO y quienes consideran que le quitó identidad al centenario partido. En este último grupo se ubica el dirigente Ricardo Alfonsín (en abierto diálogo con Fernández) se mostró crítico con la gestión del macrismo y señaló: “La UCR no debería estar en un proyecto de derecha”. Además de mostrarse preocupado porque su partido no se encuentra en el lugar “donde debería estar”, el dirigente manifestó su deseo de independizarse de la alianza.