En Córdoba, Fernández se referenciará en el delasotismo

En Córdoba, Fernández se referenciará en el delasotismo

Por Gastón Gracia Daponte

El presidente electo, Alberto Fernández, comenzará a definir su armado político nacional al regreso de su gira por Centroamérica. En esa estructura, Córdoba cobra vital importancia a pesar de que fue la provincia que más apoyó al jefe de Estado saliente, Mauricio Macri, y que tampoco obtuvo el respaldo del peronismo provincial, que de la mano del reelecto gobernador Juan Schiaretti se mostró prescindente de la pulseada mayor. Por estas razones, Fernández decidió estratégicamente que se apoyará políticamente en el delasotismo y no en el ex presidente del Partido Justicialista de Córdoba, Carlos Caserio, que además de renunciar a ese cargo partidario en plena campaña electoral nacional, pidió públicamente al Gobernador, sin suerte, que apoyara el proceso de unificación del peronismo para enfrentar a Juntos por el Cambio.

Con los resultados puestos, tanto dirigentes kirchneristas como delasotistas, que conocen del arte de hacer política, estiman que ésta fue una “puesta en escena” como estrategia de Schiaretti para poder resguardar el puente con el futuro gobierno nacional sin haber respaldado públicamente al postulante del Frente de Todos. “Desconfiamos de esa supuesta pelea entre Schiaretti y Caserio, más bien fue una jugada política para intentar quedarse con todo después de que el Gobernador se rehusó a respaldar a Alberto Fernández dividiendo su propio espacio”, razonó un dirigente territorial del delasotismo, que se encuentra en la mesa chica que encabeza la legisladora electa, Natalia de la Sota. Precisamente, sobre la figura de la hija del ex gobernador de Córdoba recaerá uno de los anuncios que realizará el mandatario electo la semana que viene desde Buenos Aires. En este sentido, se conoció que barajará nuevamente las cartas del poder en Córdoba.

Por estas horas hasta se barajan nombres de dirigentes del riñón delasotista para ocupar cargos estratégicos en el futuro gobierno de Alberto, como así también en las dependencias nacionales en esta jurisdicción. Será una clara señal de Fernández para mostrar su descontento por la apatía con la que Schiaretti se mostró frente a una alianza que agrupó a todas las fuerzas sindicales y a todos los gobernadores peronistas del país. “Schiaretti debe decidir qué modelo de país quiere, si el que propone Macri o el que proponemos nosotros”, fue una de las últimas frases del ex jefe de Gabinete de la Nación en su paso por Córdoba, durante los últimos días de la campaña presidencial.

No es un dato menor este nuevo escenario político teniendo en cuenta que el Gobernador no tiene posibilidad de reelección y que el 10 de diciembre próximo, cuando asuma su tercer período no consecutivo al frente del Panal también comenzará la carrera por su sucesión. A pesar de que lo nieguen categóricamente, el schiaretismo ya comenzó a delinear una solución política que le permita conservar el poder más allá de 2023, que podría incluir una reforma constitucional o una habilitación judicial por jurisprudencia de las últimas reformas electorales.

¿Dos bloques peronistas en la Unicameral?
En este escenario, el delasotismo aguardará pacientemente las definiciones políticas que tomará Schiaretti respecto de la distribución del poder en la Unicameral a partir del 10 de diciembre, que contemplan la línea sucesoria del Gobernador. Con más fortaleza frente a las próximas resoluciones ya han tomado definiciones contundentes y ponen condiciones. Consultados por HOY DÍA CÓRDOBA, dirigentes de este espacio aseguraron que si el ministro de Gobierno, Juan Carlos Massei, será el nuevo presidente de la bancada de Hacemos por Córdoba, conformarán un bloque propio referenciado con Alberto Fernández en la presidencia de la Nación.

“Massei ha cometido muchos errores”, aseguran molestos por la injerencia política que el funcionario ha ejercido en muchos territorios de la provincia. En este armado político de la próxima Legislatura provincial, Natalia de la Sota sería la propuesta por el delasotismo para ocupar la presidencia Provisoria de la Unicameral, en caso de no recalar en la Casa Rosada, transformándose en la tercera autoridad de la Provincia en la línea sucesoria de poder.

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