El titular del bloque del PJ en el Senado de la Nación, Carlos Caserio, oficializó ayer su renuncia “indeclinable” a la presidencia del peronismo provincial, que por ahora quedará en manos del vicepresidente primero, el intendente electo de Córdoba, Martín Llaryora. Con un breve texto de 135 palabras que envió a la sede del PJ local, Caserio agradeció “el respaldo” y “la confianza” que le dispensaron en su momento el fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota y el reelecto mandatario cordobés Juan Schiaretti.
En el párrafo más político de su dimisión, el senador nacional aseguró que “hoy, nuestro máximo compromiso es velar por enriquecer la vida institucional y hacer crecer los espacios políticos”. “Creo que el Partido Justicialista de Córdoba necesita de un nuevo tiempo, para que otro compañero o compañera lleve adelante las tareas partidarias”, expresó el ya ex mandamás del PJ.
En la misiva, no hay críticas a la estrategia electoral del gobernador Schiaretti, quien decidió mantenerse al margen de la pulseada presidencial entre Mauricio Macri y Alberto Fernández. Más allá de que no lo haya expuesto en el texto, el motivo del paso al costado de Caserio fue su disidencia con la supuesta “neutralidad” del mandatario provincial. Desde el entorno del senador dijeron que la gota que rebalsó el vaso para su renuncia ocurrió durante la campaña para las elecciones del 27 de octubre último, cuando, según le confirmaron varios intendentes del interior, desde el PJ provincial enviaron votos con las fórmulas Macri-Miguel Pichetto (Juntos por el Cambio) y Alberto Fernández- Cristina Fernández (Frente de Todos) para entregar junto a la lista de diputados del PJ local. Con la oficialización de la renuncia de Caserio, ahora la mesa provincial del PJ cordobés debe reunirse para designar al sucesor.
“El PJ de Córdoba necesita de un nuevo tiempo”, expresó Caserio en una breve carta de dimisión
El vicepresidente primero es Llaryora, quien el 10 de diciembre asumirá como intendente de esta Capital. Desde el entorno del futuro titular del Palacio 6 de Julio no descartaron la posibilidad de que asuma la titularidad del PJ cordobés. Pero, los voceros llaryoristas aseguraron que será una “decisión del partido”. Por su parte, desde el Centro Cívico trataron de minimizar el impacto de la dimisión de Caserio. Es más, no confirmaron si se convocará al congreso provincial del partido para nombrar a un nuevo titular o si la conducción quedará directamente en manos de Llaryora.