La comisión de mujeres que acompaña el reclamo de los 150 trabajadores despedidos de la empresa Molinos Minetti organizó un bingo solidario el viernes pasado con el objetivo de recaudar dinero para el fondo de huelga. Tratamos de pasarla bien, de buscar unión y de estar todos juntos. Pero esa incertidumbre te lleva a veces a angustiarte”, sostuvo Natalia Marchetti, integrante de la comisión. Si nos quedamos quietos, nos hace mal”, añadió.
Con este tipo de actividades, los familiares de los cesanteados afrontan la incertidumbre que provoca la lentitud de los procesos judiciales y la compleja situación económica que atraviesa el país. Cabe recordar que la planta ubicada en barrio Smata fue ocupada de forma pacífica por sus trabajadores. Con esta medida, reclaman el incumplimiento de las obligaciones de la firma. En concreto, exigen el pago de los sueldos atrasados (que ya lleva seis meses), de sus aportes jubilatorios, de la obra social, y del seguro para accidentes de trabajo.
El conflicto comenzó en abril de 2019, pero recién en julio la planta fue ocupada por sus trabajadores. Desde ese momento, la comisión de mujeres plantea alternativas para sortear las urgencias de la cotidianeidad. De hecho, los trabajadores y sus familias pasaron Navidad y Año Nuevo dentro de la planta. Además, organizaron un festival y un buffet solidario durante las últimas semanas.
Mientras tanto, aguardan una respuesta judicial a su reclamo y confían en que llegará después de la feria de enero. Hay que esperar a ver las directivas de la jueza (Marcela Antinucci)”, advirtió el delegado de la planta, Maximiliano Gómez. La magistrada abrió un concurso preventivo de más de 800 acreedores, lo cual supone el inicio de un proceso de salvataje de la empresa. Gómez advirtió además que no reciben ayuda estatal alguna. Los trabajadores apuntan contra la inacción tanto del gobernador Juan Schiaretti, como del presidente, Alberto Fernández.