Tras retornar de sus vacaciones, el ex intendente Ramón Mestre reapareció en la arena política provincial al compartir la jornada del viernes pasado del Festival de Doma y Folklore de Jesús María, junto al jefe municipal de dicha ciudad, Luis Picat. Con miras a la interna partidaria prevista para agosto del presente año, Mestre recorrió el tradicional evento veraniego con dirigentes del grupo Confluencia que lidera.
En la ocasión, estuvieron presentes los diputados nacionales, Soledad Carrizo y Hugo Romero; y las legisladoras provinciales Verónica Garade Panetta y Marisa Carillo. También, se autoconvocaron los intendentes Fernando Luna (Villa de Soto), Verónica Gazzoni (Monte Cristo), Diego Blengino (Los Cóndores), Patricio Potel (Santa Elena), Pedro Bonaldi (Sebastián ElCano) y Carlos Ciprián (Sinsacate), entre otros. Al tomar contacto con los periodistas de Jesús María, Mestre eludió las definiciones contundentes y expresó simplemente su respaldo al festival. Los voceros mestristas aseguran que el presidente de la UCR aún no quiere manifestarse sobre la gestión recién iniciada del peronista Martín Llaryora en el Palacio 6 de Julio, aunque tendría una opinión crítica sobre el mantenimiento de los servicios elementales durante las vacaciones. Además de la agenda municipal, a Mestre le espera un fuerte debate interno en la Casa Radical. En este 2020, los afiliados radicales deben elegir a sus nuevas autoridades partidarias, lo cual erizará la vida interna del partido.
El paso de Mestre por Jesús María fue un examen para su exposición pública, algo que sus voceros consideran superado con éxito, así como el inicio del reagrupamiento interno para enfrentar a la coalición interna que encabezará el negrismo. Como se recordará, los mandatos de las autoridades partidarias concluyen el 22 de agosto, y si bien trascendió que el negrismo pretende que las elecciones sean en mayo, en el mestrismo entienden que lo ideal es convocarlas para la primera o la segunda semana de agosto, de manera que la transición resulte breve.
El Comité Central de la UCR, presidido por Mestre, volverá a reunirse en febrero, y una de las primeras cuestiones a discutir será la situación de la vicepresidente 1°, la negrista Patricia de Ferrari, quien fuera suspendida en su cargo por integrar un bloque legislativo distinto al radical. De Ferrari acusó a Mestre de creerse el dueño del partido”, y amenaza con judicializar su situación.