«Era impresionante lo que sentíamos. Eso nos dejó con esta sensación amarga de no haber podido continuar, pero convencidos de que no nos van a llevar puestos. Esta vez no nos van a llevar puestos como en el 2001», enfatizó Macri durante una reunión con dirigentes de PRO en Villa La Angostura, Neuquén.
En ese marco, el ex mandatario manifestó: «Sentí que tenía sobre mi cabeza a los 44 millones y sabía que que no íbamos a poder seguir tomando deuda eternamente, que no podía para ningún lado achicar ese gasto, mismo dentro de Cambiemos había problemas».
«No se puede tomar deuda eternamente, hay que corregir esto.
Después, cuando vino, fue un año y medio que fue una pesadilla», señaló Macri sobre la situación económica del país después de mayo de 2018, cuando los inversores dejaron de prestar dólares al país, por lo que su gobierno solicitó un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) por 46.300 millones de dólares.
Además, reveló que planteaba recaudos hacia el interior de su equipo sobre el nivel de endeudamiento durante su gestión: «Yo siempre les decía a todos, cuidado que los mercados no te dan más plata y nos vamos a la mierda».
En otro tramo de la charla, aseguró que ser Presidente fue «algo único y a la vez una carga gigantesca» porque el jefe de Estado lo es «las 24 horas».
«La verdad de los últimos 30 días, de estar anímicamente destruido por este año y medio, fue una experiencia increíble. Me llevaba la energía de todos ustedes. Me llevaba, me llevaba, me llevaba», contó Macri sobre el último tramo de la campaña presidencial, donde protagonizó actos en todo el país.
Participaron del encuentro concretado ayer, el ex intendente de Cipolletti Aníbal Tortoriello; el coordinador de la Fundación Pensar Río Negro y apoderado del PRO Sergio Capozzi; el legislador provincial por Cambiemos Juan Martín y el exdiputado Sergio Wisky, entre otros.