El presidente Alberto Fernández calificó como un día muy importante para la Argentina” a la jornada de ayer, al anunciar que con el canje se logró reestructurar el 99% de la deuda en dólares bajo ley extranjera y reconoció que, hasta ese acuerdo, el país estaba encerrado en un laberinto”. Así lo dijo en un acto que se llevó a cabo en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada del que también participaron la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el ministro Martín Guzmán, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, gobernadores y legisladores.
El primero en hablar fue Guzmán, quien confirmó que el canje de deuda alcanzó un nivel de adhesión de 93,5%, lo que se eleva al 99,9% del total de los bonos elegibles por las cláusulas de acción colectivas. Esto significará un alivio de 37.700 millones de dólares en la próxima década y una reducción de la tasa de intereses del 7% al 3,07%. Esto nos permite tener un alivio mayor en los primeros 5 a 10 años, lo que nos da un horizonte financiero diferente para implementar políticas públicas en pos de recuperar la economía y establecer un sendero de desarrollo sostenido”, aseguró Guzmán.
A su turno, Fernández reafirmó que tras el acuerdo con acreedores extranjeros privados vienen otros desafíos”, entre los cuales enumeró como prioritario reactivar el mercado interno”. En ese marco, dijo que el objetivo inmediato es la producción y el trabajo”, y precisó: Son los dos conceptos que están en nuestra cabeza machacándonos”. El mandatario celebró la salida del default, luego de haber tenido en los últimos años tristes logros”, al referirse que, entre mayo de 2018 y diciembre de 2019, se registraron tres grandes devaluaciones y la inflación más alta en 30 años por los que la Argentina perdió su rumbo”.
Fernández recordó además que durante el proceso de negociación hubo quienes negaban” que el país ya estaba en default desde enero de 2018 cuando los mercados dijeron que no le prestaban más al país”. Por último, el Presidente aseguró que la Argentina cumplirá sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional -cuyas negociaciones llevarán alrededor de seis meses- tras despejar el horizonte de deuda con los bonistas privados, pero aseguró que esta nueva negociación también tendrá como premisa no pedirle a la gente más sacrificios”.
La semana pasada, el Gobierno solicitó formalmente al organismo internacional el inicio de las consultas para acordar un nuevo programa. Como se recordará, el FMI concedió en el segundo semestre de 2018 al gobierno de Mauricio Macri un histórico préstamo por US$ 57.000 millones, de los cuales desembolsó US$ 44.000 millones durante esa gestión.
Prevén un déficit fiscal de 4,5% del PBI para 2021
El ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó ayer que el proyecto de presupuesto para 2021 será presentado ante el Congreso el próximo 15 de septiembre y que tendrá una meta de déficit fiscal primario de 4,5% del PBI, en conjunto con otras proyecciones de marco fiscal y financiero sobre el cual se asentarán las políticas públicas el año entrante. Guzmán aseguró que la salida de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus será en un contexto de una recesión tan profunda” que el Estado va a jugar un rol decisivo en impulsar políticas en pos de la recuperación” y de generar capacidad de crecimiento de las exportaciones”.
En cuanto al déficit fiscal primario proyectado, sostuvo que deberá ser lo suficientemente grande como para poder tener la capacidad de impulsar la economía, pero también que estar contenido en función de cuál es la capacidad de financiar lo que tenemos”. Apuntamos un déficit fiscal primario de alrededor del 4,5% del producto”, dijo el ministro durante el acto de presentación de los resultados de la reestructuración de la deuda en Casa Rosada. Se trata de la primera proyección oficial sobre el gasto que hará el Estado para el año entrante.
En su participación, el ministro también hizo mención al acuerdo stand by firmado en 2018 durante el gobierno anterior con el FMI bajo la premisa de que eso iba a restaurar la confianza”. La realidad -afirmó Guzmán- fue muy distinta. No hubo ningún shock de confianza positivo. No se pudo acceder al mercado internacional y hoy no hay cómo pagarle al FMI”.