El asesor letrado de la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Fetap), Alejandro Ugalde, reconoció ayer que persisten las demoras en las paradas de los colectivos de algunas líneas del transporte urbano de nuestra ciudad, que adjudicó al sistema de emergencia vigente desde que se inició la pandemia de coronavirus.
En ese contexto, también adelantó la necesidad de impulsar ante la Municipalidad de Córdoba una revisión tarifaria como consecuencia de la caída en el corte de boletos. Pensábamos que la reactivación de las clases iba a traer mayor flujo de pasajeros y no fue así, el requerimiento del boleto educativo ha sido muy bajo”, explicó.
En tanto, Ugalde aseguró que hay una ingeniería al interior de las empresas para poner, en horarios pico, la mayor cantidad de servicios, no solo para evitar los atrasos, sino también para que la gente no se amontone en el interior de los colectivos y se garantice el cumplimiento de los protocolos” sanitarios.
Según el letrado, esa disminución del flujo de pasajeros producto de las restricciones por el Covid-19 se traducen en pérdidas económicas para las prestatarias que, indefectiblemente, se trasladan al precio del boleto. Pensemos también cuál es la situación de las empresas hoy. Cada día es más difícil poner las unidades en la calle. Tenemos una baja de pasajeros muy grande”, se quejó en diálogo con la emisora Cadena 3.
Sobre el particular, consideró que acá hay dos países: uno es el Amba (Área Metropolitana de Buenos Aires), donde los subsidios de las empresas, trasladen o no trasladen pasajeros, no mueven el amperímetro. Y otro es el interior, no solamente Córdoba”. Por eso la tarifa en el Amba es más barata. A nosotros se nos dio un aumento a partir del 1° de enero y hoy, el segundo de los componentes que más impacta en las tarifas, que es el combustible, aumentó el 45,1%”, argumentó.
Por su parte, dijo que las empresas van a seguir haciendo lo que el poder concedente marca. La realidad es innegable, los costos no cierran. Es un servicio de emergencia, pospandemia y si uno se pone a ver hay horas en que los colectivos pasan con dos o tres pasajeros”, remarcó. En materia de subsidios, el letrado reconoció que, si bien están llegando en tiempo y forma (hay una ayuda extra por parte de la Municipalidad), los valores deben readecuarse.
Consultada al respecto, la concejala Olga Riutort evaluó que si la tarifa no les sirve a las empresas y los subsidios que llegan son escasos, se tienen que retirar para que vuelvan a licitar hasta que se cumpla. Las empresas deberían retirarse si no son rentables”, sostuvo la edil. Asimismo, indicó que en la ciudad ni siquiera se exige a las empresas que cumplan el pliego de condiciones. Hemos llegado al extremo de que ya ni siquiera intervienen los concejales en la discusión de la tarifa, por una modificación que hizo el intendente anterior”.
Según razonó Riutort, el gobierno municipal debe aumentar la frecuencia en horario pico para que aquellas personas que van a trabajar no tengan que esperar. Tendrán que perder un poco de plata para que ese peatón no pierda cuarenta minutos de espera”, argumentó.