El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, dijo ayer que en la Argentina “falta equidad social y trabajo digno”, y abogó por un compromiso colectivo. En declaraciones a la prensa, el religioso sostuvo que llegó “la hora de la responsabilidad”, y llamó a “buscar caminos juntos para no hipotecar a las futuras generaciones”, que “es una de las deudas que tenemos desde la democracia, que es el bien más grande que hemos conquistado en estos 30 años”.
Monseñor Martín realizó esas declaraciones durante la celebración religiosa del Día de la Virgen del Rosario, que fija a la vez la fecha conmemorativa de esa ciudad santafesina, que no posee fundador ni día de fundación. “Lo que más nos falta es la equidad social, el trabajo digno, todos somos responsables y de un modo principal quienes están a cargo de la gestión del bien común”, sostuvo el arzobispo local.
En la oportunidad, Martín recordó que un censo que se realizó hace poco determinó que en Rosario “hay más de 100.000 personas que viven en asentamientos irregulares” y consideró que esa “es una de las dificultades de esta ciudad tan hermosa”. Y remarcó que “el problema de la pobreza en la Argentina se concentra en las grandes ciudades como es la nuestra, en la que se ha generado a lo largo del tiempo esa situación de marginalidad”.
La cifra que mencionó el líder de la iglesia católica rosarina se complementan con los datos de pobreza que relevó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y que fueron informados a comienzos de mes. Según esos números, el índice de pobreza aumentó más de 10 puntos en el Gran Rosario durante el último año, al ubicarse en el 35,5% al término del primer semestre de 2019. En la región se contabilizaron, a mitad de año, 466.123 personas pobres, de las cuales 74.712 son indigentes.
Sin embargo, esa ya es una foto vieja. Los números a junio de este año no captaron todavía los efectos de la megadevaluación que impulsaron las autoridades económicas nacionales en agosto, tras las Paso. De modo que los analistas estiman que la cantidad de pobres en la tercera ciudad más poblada del país saltará en el segundo semestre a cerca del 40% de la población activa.