Los colegios que dependen de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) empiezan a enfrentar el mayor desafío que hayan encarado desde la llegada de la pandemia, con el inicio del ciclo lectivo 2021 con un sistema bimodal de presencialidad y virtualidad. Tanto el Manuel Belgrano como el Monserrat abrirán las aulas con su capacidad reducida a la mitad, siguiendo los protocolos vigentes en materia de bioseguridad.
El Colegio Nacional de Monserrat ya comenzó las actividades de vinculación presenciales” el 22 de marzo. A esas instancias, que se desarrollaron en los predios de la Ciudad Universitaria, asistieron los estudiantes para iniciar la revinculación”, según detallaron desde la escuela. Las clases comenzaron ayer. Por su parte, la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, ubicada en barrio Alberdi, recibirá a los estudiantes desde el 19 de abril. Antes, desde el lunes 12, comenzará la etapa de ambientación para los cursos de cuarto y quinto año.
El desafío es mayúsculo pues se trata de dos de los mayores colegios de toda la provincia. Ambos funcionarán con burbujas semanales compuestas por 12 estudiantes, lo que obliga a hacer malabarismos en la organización del ciclo lectivo, sobre todo en el Belgrano, donde cada curso está compuesto por 32 integrantes (pueden llegar a 39).
Cada curso quedó dividido en tres. La semana tiene cinco días y, para ejemplificar, la burbuja uno irá el lunes y miércoles, la dos el martes y jueves y la tres irá un viernes. A la semana siguiente, se intercalan los días y al cabo de las tres semanas se cumplen los cinco días de presencialidad”, explicó la directora del Belgrano, Andrea Marinelli.
Por su parte, su par del Monserrat, Aldo Guerra, afirmó que hemos establecido y pensado una estrategia para afrontar el desarrollo de los contenidos con el grupo completo. Eso ocurrirá en la presencialidad, con burbujas, y en la semana con un cronograma de virtuales, que incluirán videoconferencias y actividades sincrónicas”.
Guerra adelantó además que el plan tiene una flexibilidad que permite que sean las condiciones sanitarias que se den en breve” quienes determinen el funcionamiento de la presencialidad. El protocolo tendrá un alto impacto en la organización del trabajo. Las aulas estarán aforadas y la ocupación será de un 50%. Se han marcado pautas de ingreso y egresos, ambos escalonados y con la toma de temperatura. La circulación para el cuerpo docente y estudiantil estará restringida”, amplió Guerra.
Por su parte, Marinelli explicó que la virtualidad se apoyará en la presencialidad: En el colegio se va a destinar a sacar dudas, relevar las problemáticas de los estudiantes. Y pautar cómo se va a trabajar la virtualidad”, precisó y destacó que la presencialidad tiene un sentido resignificado desde el encuentro, los acuerdos y persigue el objetivo de recuperar la empatía y los lazos después de tanto tiempo”.