Un operativo del Ministerio de Trabajo y el gremio UTHGRA Córdoba destapó un grave caso de explotación laboral en los depósitos de la franquicia Di Metro, ubicada en barrio Villa Aspasia. En total, 27 empleados fueron encontrados encerrados en condiciones deplorables, en un espacio oscuro, sin ventilación ni salidas de emergencia.
“Cuando logramos acceder, descubrimos trabajadores hacinados, sin registro laboral y en un espacio que ponía en peligro sus vidas”, afirmó Juan Rousselot, secretario general de UTHGRA.
La inspección, realizada el pasado 5 de diciembre, reveló un escenario alarmante. En uno de los depósitos, una heladera industrial bloqueaba la entrada a una habitación clausurada. Los inspectores, tras superar la resistencia de los responsables del lugar, encontraron a seis personas trabajando en un área pequeña, en condiciones paupérrimas.
Más tarde, tras llamar a la Policía, lograron mover la heladera y descubrieron a otras 21 personas escondidas en un cuarto mal iluminado y sin ventilación. “Esto es trabajo esclavo en pleno siglo XXI; no lo vamos a tolerar”, denunció Rousselot .
Los trabajadores pasaban largas jornadas laborales sin pausas, rodeados de paredes con moho, mesas oxidadas y un cableado eléctrico expuesto. Frente a esta situación, UTHGRA calificó el caso como “una violación extrema de los derechos humanos” y presentó pruebas fotográficas para respaldar la demanda.
La denuncia fue radicada en la Comisaría 20 y el fiscal Luis Micheli lleva adelante la investigación. Por el momento no hay imputados ni detenidos, aunque las autoridades confirmaron que se están analizando posibles delitos como trata de personas y explotación laboral.
Graves falencias en seguridad e higiene
La clausura del local, ejecutada por la Municipalidad, se debió a graves incumplimientos en materia de seguridad e higiene. “Nos encontramos con un lugar totalmente inadecuado para trabajar: las salidas de emergencia estaban bloqueadas y el cableado eléctrico expuesto”, detalló un inspector municipal. Desde el Ministerio de Trabajo confirmaron que ninguno de los 27 empleados estaba registrado formalmente.
“Es inadmisible que en pleno siglo XXI se sigan encontrando estas condiciones de trabajo”, agregó el vocero del organismo. La clausura incluyó la colocación de fajas y el inicio de un expediente administrativo que podría derivar en sanciones económicas y la inhabilitación del establecimiento.