Pero, como ocurrió durante la visita de Macri a Moscú en enero pasado, la humorada del mandatario provocó una reacción fría del presidente ruso.
El sábado pasado Macri le hizo un gesto a Putin sobre la diferencia de altura entre el canciller Jorge Faurie y su par ruso, Sergei Lavrov, cuando ambos funcionarios se levantaron de sus sillas e intercambiaron las carpetas con los documentos del plan de consultas políticas entre la Argentina y Rusia.
Mientras Faurie y Lavrov volvían a sus asientos, Macri miró a Putin y movió sus manos para graficar la diferencia de alturas entre ambos cancilleres. El presidente ruso levantó las cejas e hizo un gesto con las palmas de la mano, pero no se río.