Si bien todavía no se fijó la fecha, se sabe ya que la Cámara Novena del Crimen hará el juicio por el asesinato del playero Pablo Marcelo Altamirano, en la estación de servicios Santa Lucía en la que trabajaba, en barrio Patricios, y en los primeros minutos del 13 de abril de 2022. El hecho provocó una tremenda conmoción porque el trabajador estaba sólo y sin custodia policial, pese a la seguidilla de robos y la inseguridad reinante en la zona, fundamentalmente con delincuentes que, a bordo de motos, salían a robar lo que sea, una realidad que no ha cambiado para nada.
Altamirano había terminado de atender a una clienta cuando de repente aparecieron los hermanos Eric y Alan Sabir, de 24 y 28 años respectivamente, y uno de ellos apuntó contra el playero para robarle y, ante una supuesta resistencia de la víctima, le disparó a quemarropa en el abdomen y así lo mató.
La investigación del fiscal Raúl Garzón comenzó a destrabarse al cabo de algunos días cuando gente del barrio empezó a aportar precisiones al 911 que involucraba a «dos hermanos cacazos», que días anteriores ya habían cometido otro violento robo en una distribuidora, y que luego de huir de la estación aquella noche se juntaron a consumir drogas y alcohol con otra gente. De hecho, lograron vender el arma homicida en $ 2.000 a Cristian Lescano de 25 años, quedando también acusada Verónica Lescano de 21 años, ésta última por haber ayudado con la desaparición del revolver. Las pruebas testimoniales, fílmicas y periciales son muy importantes por lo que ambos imputados de robo calificado y homicidio en ocasión de robo podrían recibir duras condenas. Además, uno de los hermanos Sabir ya había estado preso.
Los investigadores del crimen de Pablo Altamirano recuerdan que cuando en aquella medianoche llegaron al lugar del crimen, cerca del cuerpo de Pablo Altamirano había una billetera tirada y que los hermanos Sabir no habían podido llevarse. En su interior sólo había 950 pesos.
