Germán Garavano es un abogado porteño que se hizo conocido porque fue el controvertido ministro de Justicia del ex presidente Mauricio Macri y que, en entre cosas, convalidó el nombramiento en comisión de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema, una llamativa desprolijidad corregida luego con el nombramiento de ambos por parte del Senado.
Asimismo, y mientras promovía el proyecto Justicia 2020 de modernización para una «justicia transparente e independiente», jueces y fiscales aplicaban la discutida «doctrina Irurzun» de prisión preventiva para encarcelar a ex funcionarios del kirchnerismo.
En los últimos años nos enteramos también que en aquellos tiempos, algunos magistrados jugaban al fútbol y al tenis con el presidente Macri en Olivos y en la quinta de Los Abrojos. Finalmente, vale recordar que Garavano impulsó un proyecto para quitar poder a la ex procuradora Alejandra Gils Carbó, quien finalmente renunció para que asumiera el eterno interino Eduardo Casal.
Actualmente Garavano está vinculado a la asociación civil Unidos por la Justicia y se desempeña como consultor y asesor en la organización judicial. De hecho, el Superior Tribunal de Córdoba lo contrató a finales del año pasado cuando inició una capacitación sobre litigación oral penal para la prisión preventiva, que se acaba de implementar como una gran novedad en los tribunales provinciales.
Cabe señalar que Garavano está relacionado con la justicia provincial desde 1999 y es considerado un especialista y un asesor, que por un módico costo, brinda un servicio de calidad. Según dicen sus conocidos, Garavano siente un particular aprecio y cariño por la justicia cordobesa.