Como si la vida no valiera nada

El ojo de Horus

Como si la vida no valiera nada

El venidero jueves 1º de agosto, la Cámara Quinta del Crimen con jurados populares podría condenar a prisión perpetua a dos jóvenes acusados de haber cometido el espantoso crimen de Luis Humberto Prado, de 56 años, en la madrugada del 23 de octubre del 2022 en barrio San Felipe, en el sur de la ciudad. El cruento hecho aconteció en plena madrugada, cuando finalizaba una fiesta familiar muy especial y de compromiso, ya que la víctima le había ofrecido casamiento a su novia luego de 10 años de relación.

Lo que nadie sospechaba era que esa noche tan feliz iba a terminar de la peor manera, justo cuando algunos invitados comenzaban a despedirse. Una pareja de amigos se estaba subiendo a su moto, cuando fueron sorprendidos por dos motochorros que, a punta de pistola, se la robaron y les dispararon. A la mujer la salvó su bolso que quedó perforado, y al hombre, la mano, luego de que le gatillaran en la cabeza sin que saliera la bala. Al escuchar los gritos, Luis Prado corrió afuera para auxiliarlos y perseguir con su camioneta a los delincuentes. Fue allí cuando le dispararon hiriéndolo en un brazo.

Prado se desvaneció y chocó contra un poste y finalmente falleció. Los imputados son Cristian Agustín González Prado, de sólo 19 años, y Alexis Gustavo Bustos, de 23, quien permaneció prófugo durante varios meses. Según la prueba confirmada por los investigadores del caso, estos muchachos tenían una pistola nueve milímetros con ocho proyectiles que dispararon a quemarropa.

La acusación es la de robo calificado y homicidio criminis causa, la que fue sostenida por el fiscal Marcelo Fenoll, quien pidió que ambos sean condenados a perpetua. Lo cierto es que estas dramáticas tragedias protagonizadas por jóvenes muchas veces drogados, motos y armas, se repiten sin pausa en nuestra ciudad (y otras), llevándose vidas valiosas de gente común, con proyectos, muchas ganas de vivir y exprimir cada instante de la existencia. Luis Prado estaba terminando de celebrar con su novia el futuro matrimonio, cuando de repente aparecieron «de la nada» estos jóvenes y en cuestión de segundos acabaron con todo. Así fue, todo muy rápido, muy cruel y muy injusto… como si la vida no valiera nada.

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