Con las manos en la masa

El ojo de Horus

Con las manos en la masa

El robo de autos en Córdoba no sólo no se detiene sino que pareciera gozar de buena salud, incluso con sujetos que en varios casos ya fueron condenados por estos mismos delitos, y que sin embargo ni bien recuperan la libertad vuelven a las mismas «travesuras».

El fiscal federal Maximiliano Hairabedian encabezó en las últimas horas casi un centenar de allanamientos en diferentes sectores de nuestra ciudad, entre ellos Villa La Tela, y logró la detención de 42 imputados, sobre un total de 60 buscados, a partir de la abundante prueba conseguida y con cruces telefónicos precisos y algunos desopilantes.

La investigación del Operativo Fénix fue iniciada por el fiscal provincial Rubén Caro, quien advirtió que camionetas de alta gama robadas en la ciudad de Córdoba a partir del uso de inhibidores eran luego vendidas en el norte del país y también en Bolivia, configurando el delito de contrabando.

Pero además se conocieron algunas «curiosidades» que pintan a cuerpo entero la problemática. El lunes pasado, por ejemplo, un delincuente robó un Citroen C3 en barrio Patricios, y a partir de una persecución policial y huyendo a alta velocidad, chocó a un Peugeot en el que viajaba un hombre que llevaba a su hija a la escuela. Afortunadamente el malechor se llevó la peor parte y tuvo que ser retirado del habitáculo y, por ende, quedó detenido. El dato sorpresivo es que ayer se confirmó que este sujeto figuraba en la lista de ladrones buscados por la Justicia Federal.

Pero más interesante fue lo que sucedió ayer cuando comenzaron los allanamientos alrededor de las tres de la madrugada, y un grupo operativo llegó a uno de los domicilios que figuraban en la lista. Allí se encontraron con ladrones que empezaban a desarmar un Fiat Palio que era de un policía y que habían levantado de la calle pocos minutos antes.

Tan «caliente» estaba ese auto que aún ni siquiera le había bajado la temperatura del motor. Esto es, los agarraron en flagrancia o bien, como habitualmente se dice, «con las manos en la masa».

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