De tal palo tal astilla

El ojo de Horus

De tal palo tal astilla

El martes 20 de julio del año pasado escondía una sorpresa para una decena de trabajadores de la concesionaria Roca Motors, en la avenida Julio Roca al 931. Solo uno de ellos, Enzo Robertino Aliaga, sabía que pasado el mediodía iban a tener una visita sorpresa de tres supuestos compradores que provocarían una situación frenética en la que, por poco, no ocurrió algo muy feo.

Aliaga entregó datos fundamentales a otros tres delincuentes sobre el movimiento de gente, medidas de seguridad, la existencia de un monto importante de dinero y otros detalles, para que Sergio Aliaga, Daniel Assef y Lucas Benavídez, se presentaran simulando interés en comprar un auto y, de este modo, pudieran ingresar al negocio confiadamente. Los inesperados ladrones rápidamente sacaron sus armas y redujeron a todo el personal, robándoles billeteras y celulares. Inmediatamente después, los encerraron en una oficina al tiempo que lastimaban a una empleada para que les diera alguna información sobre el dinero que buscaban. Mientras las cámaras filmaban todo como si fuera la escena de una película, afuera del local un vecino alcanzó a ver algo raro y avisó a la policía, que de inmediato llegó al lugar.

En ese instante ya se habían apoderado de la caja de seguridad con alrededor de 800.000 pesos. La intervención policial fue exitosa ya que quedaron detenidos Assef y Benavídez, solo pudiendo escapar Aliaga. Sin embargo, una situación asombrosa vivieron los efectivos de Robos y Hurtos cuando confirmaron que una de las pistolas Bersa 9 mm que tenían los delincuentes, era una de las armas robadas en 2015 en el depósito de la Jefatura.

Ahora, a principios de esta semana y en la Cámara Sexta, los cuatro malhechores fueron condenados tras admitir los hechos y mediante un juicio abreviado. Assef, Benavidez y Sergio Aliaga a 8 años y 6 meses de prisión; a Enzo Aliaga en cambio le dieron 7 años y 4 meses por no tener antecedentes. El dato familiar de esta banda de ladrones es que Sergio Aliaga es el padre de Enzo, el «empleado infiel». Todo dicho… “de tal palo, tal astilla”.

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