La Cámara Décima del Crimen continúa condenando a tramposos que además aceptan reparar económicamente de manera parcial o total a los damnificados, a cambio de alguna atenuación en la pena, todo con la gestión del fiscal Gustavo Arocena. Hace algunos días, Diego Florindo y Fernando Heyd, recibieron 4 años y 2 meses, y 3 años y 8 meses de prisión efectiva respectivamente, por haber estafado a más de nueve compradores de buena fe de terrenos que no les pertenecían, y que vendían promocionándolos como el barrio Solares del Sur, con piletas y canchas de futbol, entre otros “chiches”.
Muchas víctimas construyeron sus casas allí sin poder escriturar todavía, ya que además son tierras del cordón industrial inhabilitadas para viviendas familiares. Florindo y Heyd aceptaron pagar $100.000.000 a los demandantes, quienes ahora tienen un conflicto con los verdaderos dueños de esas tierras y que las reclaman mediante un juicio civil en trámite. Cabe destacar que aún se mantiene prófugo un tercer defraudador, Carlos Aristimuño, también participante de estos hechos ocurridos entre los años 2011 y 2018.
En otro orden, también fue condenado Iván Neder por estafas telefónicas a adultos mayores. Junto al prófugo Rubén Traico y un tercer sujeto no identificado, se hacían pasar como familiares cercanos a los abuelos, y los convencían de una inminente devaluación. Luego iban a los domicilios como si fueran empleados bancarios mandados por ese familiar de confianza, y les sacaban todo el dinero que podían. En este juicio, Neder devolvió más de $1.800.000 a una denunciante y fue condenado a 3 años de prisión efectiva, unificada con una condena anterior en 4 años y 6 meses de cárcel.
Sin dudas, en estos casos la buena noticia, además de las condenas, es que los engañados pueden recuperar al menos algo de lo perdido. En relación a los condenados, queda la impresión de muy posibles reincidencias. Posiblemente sientan un plus de adrenalina al apropiarse de lo ajeno, y debemos reconocer que lo hacen con ingenio y con un “talento especial”. Así parecieran ser, la mayoría de los estafadores.