«Fui yo. No sé qué me pasó»

El ojo de Horus

"Fui yo. No sé qué me pasó"

Ricardo Jatuff. Foto: La Voz del Interior.

Si pudiéramos volver el tiempo atrás y borrar estupideces que hicimos y de las que nos arrepentiremos para siempre tal vez nuestras vidas tendrían varias «marchas atrás». Lamentablemente, esa posibilidad no existe y entonces quedamos a merced de nuestra experiencia, prudencia y responsabilidad para «no meter la pata». Sucede que a veces los errores se pagan muy caro, tanto que nos pueden cambiar el destino en un abrir y cerrar de ojos. Además, y para siempre, quedarán en nuestra memoria imágenes de eso que no debimos haber hecho, junto a autorreproches e intentos imaginarios por aliviar la angustia y el dolor.

Hace un par de días, la Cámara Quinta del Crimen condenó a 8 años de prisión al comerciante Ricardo Jatuff, quien el 31 de agosto de 2022 y luego de una pelea de tránsito apuñaló en el pecho y mató al trabajador Martín Catalano, de sólo 44 años. La secuencia de esta locura se inserta en el caótico tránsito que en algunos horarios pico y calles angostas sufrimos los cordobeses con infinidad de motos, bicis, autos, camiones, colectivos, casi todos apurados y siempre tratando de «meter la trompa» para pasar primero.

Eran alrededor de las 17 horas cuando en la avenida Don Bosco, Jatuff y su esposa circulaban en una VW Surán blanca y Catalano en un Peugeot 207 verde. Uno le hizo un «fino» al otro y ahí se prendió la chispa. Inmediatamente se produjo un sobrepaso peligroso con insultos y recriminaciones hasta que un semáforo en rojo los obligó a ambos a frenar. Catalano se bajó y escupió a Jatuff pero le impacto a la esposa. Enloquecido Jatuff comenzó una persecución hasta que en Don Bosco y García Martínez le dio alcance, y lo atacó con un cuchillo para comer asados. El puntazo fue letal porque a Catalano ni siquiera pudieron salvarlo en el Hospital Eva Perón. Primeramente, Jatuff se dio a la fuga pero al rato se entregó diciendo: «Fui yo. No sé qué me pasó».

Como alegó durante el juicio el fiscal Fenoll, «este fue un caso que significó la culminación de una escalada de violencia con una tragedia que involucra a dos familias, con distintas consecuencias, pero con varias personas sufriendo por algo que nunca debió haber ocurrido».

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