La burra al trigo

La burra al trigo

Desde hace poco más de un año, y posiblemente por alguna presión política y empresarial, en Córdoba algunos funcionarios judiciales comenzaron a imputar a gremialistas y referentes sociales por protestas realizadas mayormente en el centro de la ciudad.

Desde los sindicatos aseguran que son intentos para criminalizar los justos reclamos y atemorizar a los sectores postergados, para que “sin chistar” sean sometidos al hambre y la inequidad. Por supuesto que desde lo social y lo mediático se instala una Justicia activa que pone las cosas en orden frente a la osadía de sectores revoltosos que se atreven a pedir la dignidad que está prevista en el artículo 14 bis de nuestra Constitución.

Ya en el año 2008, el fiscal Enrique Gavier había imputado por intimidación pública, daño calificado y atentado a la autoridad calificada, a 16 gremialistas de Luz y Fuerzas y dos del Suoem, por una manifestación en contra de la ley de emergencia impulsada en ese momento por el gobernador Juan Schiaretti. Sin embargo, y luego de las oposiciones de los defensores Orosz, Fresneda y Ortiz Pellegrini, el entonces juez de control Reinaldi resolvió el sobreseimiento, lo que fue finalmente fue confirmado por la Cámara de Acusación.

Hace algunos días, el fiscal Ernesto de Aragón imputó al titular de ATE Córdoba, Federico Giuliani, nuevamente por incitación a la violencia en el marco de una presunta intimidación pública. En esta nueva instancia parecida a un dejá vú espasmódico, el magistrado le fijó una fianza de $ 10.000.000 al imputado, mientras que los defensores Orosz y Biafore recusaron al fiscal y lo denunciaron por posible prevaricato y abuso de autoridad. Lo cierto es que, una vez más, se plantea jurídicamente una cuestión ya resuelta.

En este ámbito, lo más provechoso para casi todos sería que las necesidades básicas de la población sean satisfechas, y que quienes cometen estafas, evasiones, defraudaciones al Estado y endeudamientos ilegales sean quienes deban rendir cuentas en los tribunales.

A esta altura de la historia argentina, ya sabemos que cuando la sábana es corta para algunos, es larga para otros. Mientras tanto, gremialistas volvieron a peregrinar por las fiscalías. Como expresa un viejo dicho, “otra vez, la burra vuelve al trigo”.

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