La vista gorda
La Cámara 11 del Crimen confirmó que en julio venidero comenzará el segundo juicio a los policías Cristian Ahumada y José Vidaurre, quienes ya fueron absueltos por la duda insuperable por la Cámara de Río Tercero en el año 2018. Están acusados de haber prendido fuego a una vivienda prefabricada y provocado las muertes de Mirtha Selva, de 53 años, y su hijo, Alejandro Villalón de 20. Este gravísimo siniestro ocurrió el 3 de noviembre de 2014 y la acusación es la de doble homicidio calificado, por lo que la única condena posible, en caso que haya, será la de prisión perpetua.
Este nuevo juicio fue habilitado por el Superior Tribunal de Justicia al darle la razón a la casación que hizo el fiscal Gustavo Martín, quien consideró que los jueces de Río Tercero no tuvieron en cuenta pruebas fundamentales. La situación original habría sido un conflicto entre la familia Villalón y la Policía local, en otro presunto caso de “violencia institucional” que se sumaba al crimen de Lucas Funes en el año 2012, hecho por el que aún el policía acusado, Luciano Carnero, no fue juzgado.
Según la acusación, Ahumada y Vidaurre habrían armado una bomba molotov con una botella de cerveza, que luego arrojaron sobre la casa, que se quemó casi en su totalidad. Luego, entre los restos se encontraron pedazos de vidrio marrón además de testigos que aseguran haber visto a dos uniformados vestidos de negro corriendo y subiéndose a un auto para huir del lugar del incendio. También se cuestionaron posibles anotaciones falsas en el libro de guardia, e incluso otro testigo afirmó haber escuchado a una de las víctimas gritar: “Milico de mierda, me vas a quemar toda la casa”.
En el caso del policía Vidaurre está preso porque, con posterioridad a este juicio, chocó y mató a un adolescente en la ruta, hecho por el cual fue condenado a 4 años y 6 meses de cárcel. En relación al juicio por el doble homicidio, la absolución fue por unanimidad tanto de los jurados populares como de los jueces Barbero, Ramognino y Argüello. Sin embargo, para el TSJ, no está clara la inocencia de los policías y todavía se deben despejar varias dudas; entre ellas, si el Tribunal de Río Tercero no hizo la vista gorda.