La insatisfacción de muchos ciudadanos con la Democracia bajo ningún punto de vista puede ser pretexto para la reivindicación de gobiernos golpistas y autoritarios, pero sí debe ser atendida de manera urgente por las autoridades de todos los poderes del Estado. En estos tiempos en los que escasean las políticas preventivas del delito, con un sociedad repleta de desigualdades, algunos sectores de «la Justicia» parecieran hacerse los distraídos en vez de transpirar la camiseta para «sacar las papas del fuego».
En Córdoba, daría la impresión que las relaciones entre el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General transitan mayormente por caminos barrosos y entonces algunas decisiones no se toman, o se resuelven a medias o sin el consenso suficiente. Es verdad que la pandemia del Covid-19 obligó a trabajar en la emergencia, pero también es verdad que lo peor ya pasó y hay servicios que continúan siendo deficientes. Un ejemplo bien podría ser el centro único de detención para delincuentes en flagrancia que funciona en el Polo Judicial de barrio Observatorio. Es inaceptable que policías tengan que esperar varias horas para entregar un procedimiento y a los detenidos. Según se dice en ámbitos tribunalicios, las demoras pueden llegar a ser de hasta 8 horas, y entonces a más de un policía se le debe cruzar la duda sobre si detener o no a algún delincuente que es agarrado con «las manos en la masa», para después sufrir una espera larguísima que tranquilamente afectará su horario laboral. Otra cuestión tiene que ver con el funcionamiento de algunas Unidades Judiciales, más allá del nuevo organigrama de trabajo de los fiscales, con la intención de posibilitar una mayor proximidad con la gente y un mejor conocimiento de los barrios. Sin embargo, presentar denuncias o hacer trámites en las UJ sigue llevando demasiado tiempo y lograr que alguien responda una consulta telefónica, sobre todo durante los fines de semana, es casi imposible.
Queda claro que poco se logra cuando se está más atento a las críticas mediáticas que a las necesidades de la gente. Tal vez, un sinceramiento de todas las partes involucradas logre desembocar en un servicio más expeditivo y eficiente. De hecho, el portal web del Poder judicial de Córdoba dice: «Estamos más cerca». Para que así sea, todavía hay muchas cosas que mejorar; por ahora, daría la impresión que falta mucho y, en realidad, no se está tan cerca.