Otra mancha más al nabo
El próximo lunes comenzará en el Tribunal Oral Federal 3, el décimo sexto juicio al Terrorismo de Estado en Córdoba, sobre hechos ocurridos a finales de 1978, cuando lo más cruento de la represión ya había concluido. Sin embargo, algunos campos de concentración y grupos de tareas se mantenían activos y seguían secuestrando, robando, torturando, matando y desapareciendo ciudadanos.
El tribunal estará integrado por los jueces Facundo Zapiola, Noel Costa y Cristina Giordano, los fiscales serán Carlos Gonella y Facundo Trotta y no habrá ningún querellante. El único acusado será Ernesto “Nabo” Barreiro y estará representado por Julio Aliaga de la defensoría oficial. El juicio podría finalizar al cabo de cuatro audiencias, el próximo 2 de junio, con la última palabra del imputado y la lectura del fallo.
Las víctimas son Carlos Alberto Civili y su hermano Luis Roberto, ya fallecido. Era agosto del 78 cuando ambos viajaron desde Tucumán para presenciar el salto de bautismo que iba a hacer un tercer hermano, Jaime, quien estaba haciendo el servicio militar en Córdoba. Sin embargo, el ejercicio se debió suspender por el fuerte viento que había ese día, por lo que Carlos y Luis regresaron al hotel. En el trayecto, fueron secuestrados por sujetos no identificados del tercer cuerpo de ejército y llevados a Campo de la Ribera, donde fueron salvajemente torturados por Barreiro, entre otros.
Finalmente fueron liberados en septiembre de ese mismo año. Por lo tanto, la acusación es la de privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados. Recordemos que según las estimaciones, por la Ribera pasaron alrededor de 4.000 secuestrados, fundamentalmente desde finales de 1975 y hasta su cierre como centro clandestino.
En cuanto a Barreiro, se lo recuerdo como uno de los más perversos torturadores que se jactaba de haber “mejorado” los métodos que aprendieron de los franceses, que fueron junto a los norteamericanos los “maestros” de los genocidas argentinos. De hecho Barreiro describía como “invento criollo” cuando pegaban en la zona de los riñones con botellas llenas de arena y garrotes, o cuando metían las cabezas de las víctimas en tambores repletos de agua, mezclada con orina y excrementos.
Además fue jefe de La Perla, por donde pasaron más de 2.500 víctimas, la mayoría desaparecidos. Actualmente purga condenas a perpetua en la comodidad de su departamento de Caba, y disfruta de los bienes que amarrocó en sus tiempos de genocida. Seguramente el juicio que afrontará desde el lunes venidero no lo perturbará demasiado. Sin ningún arrepentimiento de nada… ¿Qué le hace otra mancha más al Nabo?
Peter Francis Kennedy
El pasado lunes, en el Juzgado Federal 3, a cargo del Dr. Miguel Hugo Vaca Narvaja, se hizo un juicio de extradición a un “reconocido pedófilo”, considerado uno de los más siniestros de Latinoamérica. Peter Francis Kennedy, de 63 años y proveniente de República Dominicana y Estados Unidos, ingresó a nuestro país en el 2023 e insólitamente obtuvo un DNI argentino, número 60 millones, con domicilio fiscal declarado en un departamento de Nueva Córdoba de nuestra ciudad.
Finalmente, el juez concedió la extradición pedida por la justicia de Colombia que pretende juzgarlo por la presunta explotación sexual de menores durante el año 2022 en la ciudad de Cali.
Según la acusación, Kennedy alquiló diferentes departamentos donde llevó a niños y jóvenes para violarlos a cambio de dinero. Según las investigaciones sobre los abusos cometidos, también los habría involucrado en prácticas de zoofilia.
Ahora, la impecable defensora oficial del acusado, la Dra. Mercedes Crespi podría apelar ante la Corte Suprema, en un último intento por evitar la extradición, por lo que su traslado a Bogotá podría demorarse entre 6 meses y un año.
En nuestro país, Kennedy fue detenido a principios de octubre del año pasado en el Barrio Chino de la ciudad de Buenos Aires. La búsqueda de Interpol fue compleja porque tiene varias nacionalidades y porque ya en Argentina había contraído matrimonio por conveniencia con una joven, con el único propósito de pedir a ciudadanía. No dejó de llamar la atención que en el momento de su detención dijo ser austríaco.
Así las cosas, y tras lo resuelto por Vaca Narvaja y de no mediar imprevistos, en Bogotá lo esperan para imponerle una dura condena. En Córdoba y en Argentina “se portó bien” y nadie lo denunció. Pero en Colombia lo tienen entre ceja y ceja y todos conocen al “perverso pedófilo” Peter Francis Kennedy.