Persecución obsesiva

El ojo de Horus

Persecución obsesiva

Los adictos al cine de suspenso seguramente recuerdan la película Atracción Fatal, de 1987, en la que Glenn Close protagonizó a una mujer obsesionada y dispuesta a todo para retener a Michael Douglas, esposo y padre de familia, y con quien había vivido una aventura amorosa. Fue aquella película la que había instalado un tema «tabú» para nuestra sociedad en aquellos tiempos y que era la violencia y el maltrato en muchas parejas, ejercidas mayormente por los hombres, y la loca obsesión de retener a alguien cueste lo que cueste.

Hace algunos días la Cámara Quinta del Crimen condenó a Gabriel Eduardo «Turco» Valle a 4 años y 6 meses de prisión por amenazas calificadas en contra de su ex pareja. El fiscal Fernando López Villagra había pedido 5 años e inicialmente la acusación era por femicidio en tentativa, algo que no se pudo probar. Pero sí se pudo probar la pesadilla que vivió la víctima, quien fue hostigada, amenazada y perseguida por Valle, totalmente decidido a no dejarla en paz. Estos hechos ocurrieron durante el año pasado en diferentes lugares de la ciudad: zona del Estadio Kempes, de la Mujer Urbana, Circunvalación y Juan B. Justo y Residencial América. Él esperaba que ella saliera de su trabajo a bordo de su moto, y con su Ecosport la perseguía, y como una estampilla en un sobre le ponía el coche atrás para asustarla; o sea, usaba su vehículo como un arma que en cualquier momento se podía disparar. Pero, además, la amedrentaba con mensajes, y en una oportunidad hasta llegó a provocarle lesiones leves al golpearla.

En el juicio, no se pudo acreditar con certeza que los ataques de pánico que sufrió la mujer hayan sido producto directo de lo vivido, más allá que el sentido común nos lleve a pensar que semejantes vivencias de violencia de género deben haber sido peor que un infierno para ella, quien manifestó que su «sensación» era que el condenado quería atropellarla y matarla. Ahora, y al menos por algún tiempo, esta mujer podrá circular en paz y libre de una enfermiza persecución obsesiva.

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