Se le dio vuelta la torta

El ojo de Horus

Se le dio vuelta la torta

Se le dio vuelta la torta

¿Quién no comió alguna vez en nuestra ciudad al menos una porción de una torta de Andrea Franceschini, la de las cajas naranjas? Sin embargo, en los últimos años este apellido también quedó vinculado a conflictos judiciales, tanto en los tribunales provinciales como en los federales.

Hace alrededor de diez años, Andrea denunció a su ex pareja Arturo Sánchez y otras personas por presuntas estafas y defraudaciones. Si bien inicialmente el fiscal José Bringas confirmó once imputaciones, los meandros de una investigación larga y compleja desembocaron en un sobreseimiento para todos.

Ahora, hace algunas semanas, la jueza de control número dos, Laura Baralle, confirmó dichos sobreseimientos por entender que no existieron tales delitos. Así, a partir de estas resoluciones desfavorables, la denunciante apeló ante la Cámara de Acusación ya que insiste en que fue víctima de una estafa. En contrapartida, la fiscal Silvana Fernández ahora la investiga por presunta falsa denuncia, aunque sin imputaciones por el momento.

Como decía el filósofo Ortega y Gasset, «la vida es azar, determinación y destino», y si bien a este culebrón judicial le faltan aún los capítulos finales, podríamos decir que a esta altura a Andrea Franceschini… se le dio vuelta la torta.

Una bomba de tiempo

La tardecita del 6 de noviembre de 2014 no se borrará jamás de la memoria colectiva de los cordobeses, sobre todo de los vecinos de Alta Córdoba. La explosión de la Química Raponi se escuchó hasta en las zonas más periféricas de la ciudad. Ese primer momento de shock e incertidumbre se transformó rápidamente en imágenes devastadoras de un hecho más cercano a una guerra que a un accidente urbano.

De no mediar imprevistos, la Cámara Cuarta del Crimen juzgará a partir del 8 de marzo próximo a Sergio Hilton Raponi, acusado de estrago doloso agravado doblemente calificado por el peligro de muerte y por el resultado fatal. Aquel siniestro provocó el fallecimiento de Angélica Cueto, graves heridas a Pablito Amaya y a más de 60 personas y un sinnúmero de destrozos y daños materiales.

Enrique Berger presidirá el Tribunal junto a los vocales Antonia De la Rúa y Mario Capdevilla. El fiscal que llevará adelante la acusación será Raúl Gualda y la defensora oficial Pagliano representará al imputado. Participarán jurados populares y habrá 33 querellantes particulares. En el terreno de las demandas civiles, los demandados son el propio Sergio Raponi, su hermana Nancy y la Municipalidad de Córdoba, que al mismo tiempo figura entre los demandantes. Las audiencias se harán en horario vespertino y se podrían extender por al menos tres semanas.

La imputación es similar a la de los pocos militares condenados por la explosión intencional en la Fábrica de Río Tercero. En el caso de la Química, corresponde el dolo eventual, ya que era inevitable la representación del riesgo de causar un desastre como el sucedido. El acopio y almacenamiento de materiales inflamables, peligrosos e incompatibles no autorizados y en completo desorden, en un terreno no habilitado, habrían causado un siniestro que se pudo haber evitado. Dicho con sentido común, no había que ser un genio para darse cuenta, que con las condiciones que presentaba, la Química Raponi era una bomba de tiempo.

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