Telegram

El ojo de Horus

Telegram

Pavel Durov, cofundador de la aplicación de mensajería inmediata Telegram.

En los últimos días sorprendió la detención del multimillonario tecnológico Pavel Durov, cofundador de la aplicación de mensajería inmediata Telegram, según los especialistas, más privada, segura y moderna que Whatsapp y, por lo tanto, muy atractiva para grupos con diferentes propósitos, incluso delictivos. De hecho, la acusación de la Justicia de Francia para el encarcelamiento de Durov es la de presunta complicidad con el tráfico de drogas, fraudes y pedofilia.

En las últimas horas, la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba y tras el pedido del fiscal Martín Berger, impuso una condena de 13 años de prisión a un joven de sólo 24 años (FJP) por varios casos de abuso y explotación sexual infantil y distribución del material que filmaba. Además, y con el acuerdo del abogado defensor Carlos Arguello, también fue condenado el padre (FAP) de 49 años, pero a 2 años de cárcel condicional ya que sólo estaba imputado por tenencia de material XXX con menores.

La historia que involucra al hijo se puede resumir en aberrantes hechos de abusos sexuales a menores de 13 años de edad de la propia familia, la filmación de algunos de estos actos y su posterior tenencia con fines de distribución. Como habitualmente ocurre, el rastreo por las redes de la Justicia de Estados Unidos lo puso en evidencia, y la detención se produjo en mayo de 2023 en un barrio del noreste de nuestra ciudad. Según la investigación de la fiscal Ingrid Vago, los múltiples abusos fueron cometidos entre los años 2016 y 2022. En uno de los casos amenazó a su víctima de sólo ocho años con mostrarle a su mamá las filmaciones si él se atrevía a contarle sobre lo sucedido. Los hechos son muy tremendos y se dieron en un ámbito de convivencia familiar y con un alto grado de perversidad.

Sin embargo, a la hora de defenderse (FJP), dijo que él pensaba que esas cosas que hacía y veía en Telegram “no estaban mal”, y que nunca quiso lastimar a nadie, y que por vergüenza jamás les contó a sus padres. También declaró sobre sus inicios en estas prácticas y dijo que una persona le había enseñado a usar Telegram y a unirse a algunos grupos, cuando tenía 14 años; agregó que siempre descargó sus filmaciones en esa aplicación. Vale la pregunta entonces, y como en tantos casos, qué pasó con el control de la familia considerando que el mal uso de internet puede tranquilamente ser “un arma de doble filo”.

Lamentablemente no son ninguna novedad los muchos casos de abusos y explotación sexual infantil, ni las secuelas traumáticas que sufren o pueden sufrir niños y adolescentes indefensos frente a estas vivencias tan terribles. Pero en este juicio en particular, también se pudo apreciar cómo en estos tiempos cibernéticos las redes pueden estar presentes desde el inicio mismo del delito hasta la identificación y detención del abusador. Al menos en este caso, la aplicación involucrada era Telegram.

Salir de la versión móvil