Une magnifique arnaque

El ojo de Horus

Une magnifique arnaque

Durante el año pasado dos juicios resonantes por estafas inmobiliarias se completaron con importantes condenas en la Cámara Décima del Crimen. La causa Trebucq por usurpación y venta de un valioso terreno fiscal con un perjuicio de US$ 4.100.000, y la causa Ribeiro por estafas con ventas de departamentos en pozo por un valor estimado en más de US$ 10.000.000.

Y así como si el receso veraniego no hubiera existido, en la misma Cámara ha comenzado otro juicio por estafas con la venta de departamentos a construir, de lo que era la empresa Derante S.A, con un daño patrimonial a más de 120 damnificados calculado en US$ 7.000.000.

La historia se remonta al año 2006 cuando el ingeniero civil Jorge Pablo Zalazar y su esposa, Gladys Cugnini, constituyeron un fideicomiso inmobiliario, que también se nutría del llamado “boom sojero” de aquellos tiempos. Los emprendimientos ofrecidos eran Riveras del Suquía, Duarte Quirós, Pasaje Valtodano y fundamentalmente los seis edificios Tolouse. Pero además figuran como imputados en la presunta asociación ilícita la hija del matrimonio, Delfina Zalazar, la suegra el ingeniero Gladys Olisesky, el arquitecto Hugo Gabetta, Carlos Campetella, Sebastián Reuter, Guillermo Stella y Cesar Bonvecchio. Por supuesto los departamentos nunca fueron entregados y entre las víctimas figura un inversor que compró 19 departamentos con una pérdida de US$ 600.000.

De todos modos, el juicio está encaminado hacia un abreviado porque los nueve acusados reconocieron los cargos y ofrecieron reparaciones económicas que finalmente las partes aceptaron. De confirmarse el acuerdo, habrá condenas efectivas y condicionales, destacándose las de siete años y medio de prisión para Zalazar y un año menos para su esposa. Ambos ya cumplieron tres años de prisión preventiva. Si no surgen contratiempos, el tribunal presidido por el juez Rojas Moressi dará a conocer el veredicto a fin de mes. Para el anecdotario quedará el comentario de un abogado sobre el nombre «ganchero» de los edificios Tolouse, una hermosa ciudad del sur de Francia, y que terminaron siendo «une magnifique arnaque».

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