El quechua, una lengua hablada en Argentina y en otros seis países por más de 10.000.000 de personas, ingresó al ámbito académico en 2019 gracias a la presentación de la primera tesis doctoral en el idioma originario, según precisó la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Roxana Quispe Collantes, autora del trabajo, pertenece a la provincia de Acomayo, al sur de Cusco. La investigadora se fue a vivir con sus padres a la comunidad campesina Ch’osecani y fue allí donde aprendió su lengua materna.
La profesional explicó que la razón de su trabajo era un deseo que perseguía desde hace tiempo. Mi sueño era que la lengua originaria quechua entrara a la academia y a las investigaciones científicas porque es mi identidad y se puede demostrar que no es menos que otras lenguas”. Además, su experiencia pionera se concretó en el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Su informe final, que se presentó en octubre pasado, fue una propuesta de análisis de textos literarios en quechua que revisa el poemario Yawar”, una palabra que significa lluvia de sangre”, del autor cusqueño Andrés Alencastre Gutiérrez, que plantea tener en cuenta las tradiciones culturales y de escritura de la lengua originaria.
La elaboración del estudio le llevó siete años pero finalmente obtuvo el doctorado en literatura peruana y latinoamericana con los máximos honores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, Perú. Es un logro bastante significativo y grande para las comunidades indígenas, para mi comunidad y para quien me heredó la lengua, que me enseñó a hablar quechua desde mis primeros pasos, justamente en este año, que se volvió a hablar de manera positiva de nuestro idioma originario”, resaltó la profesional.
Quispe Collantes valoró que con nuestra lengua originaria se han construido maravillas como Machu Pichu, Moraimara, los Tocapus, los Kipus, los tejidos, que encierran bastante sabiduría. Se puede demostrar que existía la escritura propia del quechua en toda esta herencia que nos han dejado”. Con más de 10.000.000 de hablantes, el quechua es una lengua viva en siete países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Sin embargo, en los ámbitos académicos siempre se le había minimizado y excluido, tal como aseguró el informe de ONU.