Como las ondas viajan en el agua

Por Cezary Novek

Como las ondas viajan en el agua

“Lo que hacés en el pasado no se queda en el pasado. 

Las consecuencias viajan hacia el futuro como las ondas viajan en el agua”.

Juanjo Conti, “Las iteraciones”

 

Las iteraciones son un concepto fundamental en el ámbito de la programación y el desarrollo de software. Se refieren al proceso de repetir una secuencia de instrucciones o acciones en un programa, generalmente con el fin de lograr un objetivo específico. Puede usarse tanto como un término genérico (sinónimo de repetición) como para describir una forma específica de repetición con un estado mutable, un ciclo que permite ejecutar una serie de instrucciones varias veces, hasta que se cumpla una determinada condición u objetivo deseado. Este enfoque es muy útil cuando se necesita realizar una tarea repetitiva de manera eficiente y sistemática; el proceso se usa comúnmente para recorrer y procesar conjuntos de datos, como listas o arreglos. A través de la repetición de un bloque de código, se pueden realizar operaciones en cada elemento del conjunto, lo que facilita el procesamiento de grandes volúmenes de información. Existen diferentes tipos de iteraciones, como “bucles for”, “bucles while” y “bucles do-while”, que ofrecen flexibilidad en la forma en que se estructuran las condiciones y las acciones dentro del ciclo. Además, se pueden utilizar sentencias de control, como “break” y “continue”, para alterar el flujo de ejecución dentro de una iteración según sea necesario.

En la novela de Juanjo Conti, el concepto de las iteraciones se aplica a diferentes variaciones narrativas que acontecen dentro de la trama que plantea esta historia situada en un futuro distópico, pero bastante posible, en el que la idea de emprender un viaje hacia el pasado se ha convertido en una opción factible, aunque se encuentra sumida en una compleja maraña burocrática, llena de restricciones y controles rigurosos.

Lo que una vez fue un anhelo utópico se ha degradado, hasta convertirse en una mera atracción turística. En este contexto, un grupo de individuos veteranos, “hackers” sobrevivientes del siglo XX, trabajan como mercenarios (a cambio de regresar algunas horas al pasado para arreglar cuentas pendientes).

Estos expertos han perfeccionado su programación, de tal manera que resulta completamente indetectable para los sistemas digitales, lo que les permite desplazarse con sigilo por los oscuros recovecos de los antiguos códigos informáticos.

Los viajes de Stix –el protagonista– y sus compañeros generan iteraciones peligrosas, que tienen el potencial de alterar radicalmente la realidad, al tiempo que avivan la eterna sospecha de que el tiempo mismo es un gigantesco bucle, una construcción lógica de dimensiones insondables para la mente humana.

En medio de todo esto se teje una trama de conspiraciones, romances fallidos, viejos rencores y traiciones, que regresarán a flote una y otra vez. Este futuro alberga nuevas formas de melancolía, que complejizan aún más las variaciones paralelas de la realidad, que se reproducen como cataratas de imágenes clónicas que se pierden en el infinito.

Novela atípica dentro de la narrativa contemporánea nacional, “Las iteraciones” contiene un estilo simple y ameno, que permite seguir la historia desde su tensión dramática, sin complicaciones estilísticas (más allá de los conceptos lógicos y científicos necesarios para entender cierta abstracción de la trama). Pero una vez explicado esto, no se detiene en digresiones, y la historia es un vertiginoso tobogán de aventuras en el tiempo, idas y vueltas, acción y persecuciones varias.

En una época en la que hay una suerte de “revival” de los géneros, y en la que muchos autores y editoriales se suben a la ola del “new weird” –teniendo como resultado que, quienes nos aburrían con autoficciones palermitanas, ahora lo hacen con intentos de ciencia ficción, menos felices en la mayoría de los casos– esta novela de Conti es una ráfaga de frescura y originalidad, pero sin pretensiones más que la de entretener y emocionar. Lo que nos lleva una vez más a la vieja idea de que quien más sabe sobre un tema lo vuelve simple al comunicarlo, dejando sólo lo necesario para hacer asequible la historia a cualquier lector de a pie. Justamente lo contrario a los escritores de la academia, cuyas obras se asfixian sobre sí mismas en un espiral de endogamia y auto referencialidad intertextual sólo para entendidos.

En “Las iteraciones” se cumple a la perfección la máxima de Asimov en “Sobre la ciencia ficción”: “tienen que aprender tanta ciencia como requiera la historia que ustedes quieran escribir”.

Mención aparte cabe a los personajes de la novela, programadores octogenarios, a quienes la nostalgia y la edad han vuelto sensibles y románticos, en más de un sentido. Recuerdan a la nobleza e ingenuidad caballeresca de “Los tres mosqueteros”. En una parte, explican: “Llamamos iteración a la realidad que se genera luego de un viaje en el tiempo. Si antes de mi viaje estábamos viviendo en la iteración N, ahora estamos en la iteración N +1”.

En medio de todo esto, destaca la manera certera en que el autor pinta un paisaje burocratizado a extremos absurdos, cada vez más controlado y restringido, más gris caro que nunca. Un futuro que nos resulta cada vez más cercano y familiar.

 

Juanjo Conti (Carlos Pellegrini, Santa Fe, 1984) Programador y escritor; ingeniero y magíster en Sistemas de la Información (UTN). Ha publicado las novelas “Xolopes” (2014), “Las lagunas” (Editorial Municipal de Rosario, 2019) y “Los quemacoches”. Además, es autor de los libros de relatos “Santa Furia”, “La prueba del dulce de leche”, y “Carne de los dioses”. Colabora regularmente en medios digitales e impresos y ha desarrollado el software libre de maquetación Automágica.

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