Fiesta servida en Cosquín

El Festival Internacional de Cine Independiente anunció la programación para su 11 edición, que volverá a la presencialidad y tendrá una versión online

Fiesta servida en Cosquín

La organización del Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquín (FICIC) anunció ayer la noticia más esperada por la comunidad cinéfila y cinematográfica local: la edición número 11 del encuentro cordobés volverá a la presencialidad plena a partir del próximo jueves 5 de mayo –hasta el domingo 8 inclusive–, en una edición que buscará relanzar al encuentro tras dos años de absoluta virtualidad por la pandemia del coronavirus.

«Todo nuestro equipo está enfocado en los preparativos, una programación dedicada y proyecciones especiales. Estamos trabajando junto al municipio y articulando con los diferentes sectores de la ciudad para que el encuentro sea una verdadera celebración del cine. Nos vemos pronto en Cosquín», anunciaron ayer Carla Briasco y Eduardo Leyrado, sus directores y también productores, quienes celebraron el “reencuentro en las salas (…) con toda la comunidad, los cinéfilos, y los realizadores que encuentran en FICIC y en Cosquín un espacio ideal para proyectar sus películas”.

Si bien la crisis económica seguramente habrá repercutido en el festival cordobés, como en todos los demás del país, lo cierto es que a primera vista no se nota en una programación que vuelve a apostar por una selección de películas de nivel internacional, donde el presente y la historia se mezclan en una apuesta por abarcar los distintos formatos cinematográficos, sin dudas fruto del trabajo del crítico Roger Alan Koza, histórico programador artístico del festival.

Para muestra, un botón: como película de apertura estará nada menos que “El gran movimiento” (Bolivia), de Kiro Russo, que por estas horas se destaca como una de las candidatas de la Competencia Internacional del actual Bafici. Como película de cierre irá otra revelación del encuentro porteño, “Camuflaje” (Argentina), de Jonathan Perel, que vuelve a reflexionar sobre las huellas en el presente que dejó la última dictadura cívico-militar argentina, esta vez de la mano del escritor Félix Bruzzone.

Como en sus otras ediciones, en la Competencia Internacional de Largometrajes el FICIC ofrecerá una amplia selección de filmes de latitudes tan disímiles como Alemania, Irán, Perú o República Dominicana, además de Argentina claro. Entre ellas, estará el esperado estreno de la gran película cordobesa “Estrella roja” (Argentina), de Sofía Bordenave, que fue toda una revelación del Festival Internacional de Mar del Plata del año pasado. También, la sección incluirá al filme cordobés “Danubio”, ópera prima de Agustina Pérez Rial, que se proyectará en calidad de estreno provincial. A ellas se sumarán filmes de directores reconocidos a nivel mundial como el alemán Julián Radlmaier, quien estrenará “Bloodsuckers – A Marxist Vampire Comedy” (Alemania) en el encuentro coscoíno; más otros realizadores y realizadoras que son toda una promesa a descubrir, como “District terminal” (Irán), de Bardia Yadegari y Ehsan MIrhosseini ; “No hay regreso a casa” (Argentina / Perú), de Yaela Gottlieb; “Una escuela en Cerro Hueso” (Argentina), de Betania Cappato; y “Una película de parejas” (República Dominicana), de Natalia Cabral y Oriol Estrada. Como jurados de la sección, estarán Jara Yañez (historiadora y crítica de cine, España), Tatiana Mazú (directora, Argentina) y Tomás Guarnaccia (crítico de cine, Argentina).

A esta sección principal del FICIC, se agregarán como de costumbre la Competencia Internacional de Cortometrajes y la Competencia Nacional de Cortos de Escuela. En la primera, además de Argentina, se verán filmes de España, Bélgica, China, Alemania y hasta Filipinas; entre los que se encuentran “Disorder” (Argentina, EE.UU.), de Mauro Andrizzi, y “Rabinos rabiosos” (Argentina), nuevo trabajo del cordobés Martín Sappia (“Un cuerpo estalló en mil pedazos”), que estrenará aquí en Cosquín. En la última competencia, habrá trabajos de estudiantes de diferentes universidades de cine de todo el país –especialmente Buenos Aires–, donde Córdoba irá con un representante: “Solsticio de verano”, de Pablo Moschner, de la Facultad de Artes de la UNC.

Por otro lado, en el rubro de “Retrospectivas”, el FICIC presentará por primera vez en Argentina la obra completa de Kiro Russo: además del estreno de su último opus, se verán su multipremiada ópera prima “Viejo calavera” (2016) y los cortometrajes “Enterprisse”, “Juku” y “Nueva vida”. El otro homenajeado será el cineasta argentino Pablo Mazzolo, de quien se proyectarán un total de ocho películas, todas en formato analógico, una experiencia única que sólo puede ofrecer Cosquín. “(Mazzolo) trabaja exclusivamente con formatos fílmicos explorando las propiedades ópticas y químicas del medio, con especial atención a los paisajes humanos y naturales. Su obra ha abordado temas como la soberanía indígena, el espectro de la dictadura militar, la extinción y la catástrofe ambiental”, anticipan los programadores.

Pero esto es apenas el inicio. Casi como una declaración de principios estéticos, el FICIC volverá a apostar a una sección de “Autores” con el estreno de tres filmes de grandes directores contemporáneos que responden a la categoría, entre ellos uno del rumano Radu Jude, toda una celebridad en los festivales del mundo, quien presentará “Plastic semiotic”. A ella, se sumarán los estrenos de “Árboles y pájaros” (Argentina), último opus del gran Gustavo Fontán, y “Sean Eternxs” (Argentina), nuevo trabajo de Raúl Perrone. Aquí late sin dudas una de las líneas editoriales del festival.

También volverá el ciclo “Filmoteca en vivo”, otro emblema del FICIC, donde el crítico e historiador Fernando Martín Peña presentará en vivo junto a Koza un programa de películas en 35mm, recreando la extinta experiencia del cine en formato analógico (y su célebre ciclo en la Tv pública). Este año, en un gesto de desafío poético a la política de cancelación que se extendió por todo el mundo tras la invasión a Ucrania, las películas elegidas serán de la Unión Soviética: “Dzhamilya” (Unión Soviética, 1969), de Irina Poplavskaya Sergei Yutkevich; “Tres álamos en Pliuschija” (Unión Soviética, 1967), de Tatyana Lioznova; y “Adiós a Matiora” (Unión Soviética, 1983), de Elem Klimov.

Por último, el cine cordobés tendrá también un programa propio titulado “Planos de Provincia”, que se sumará a las películas locales programadas en las distintas competencias: aquí se verán dos estrenos recientes, “Paula”, de Florencia Wehbe –que se acaba de presentar en la Competencia Argentina del Bafici-, y “Todas las pistas fueron falsas” (Argentina), primer filme del célebre crítico y docente Alejandro Cozza, de nulo parentesco con el programador del FICIC más allá de la calidad humana e intelectual que los distingue a ambos. A la vez, también habrá Actividades Especiales con distintas charlas y debates, entre las que se destacan “De esas no se habla. A propósito de ‘Cine maldito’, de Fernando Martín Peña”, donde el conocido crítico presentará su libro en diálogo con el citado Roger Koza.

Como se verá, FICIC 2022 apunta a seguir creciendo pese a las crisis que sacuden al país, algo que se extenderá además a su propio formato, ya que además de volver a la presencialidad tendrá una versión simultánea virtual, donde las películas se podrá ver desde la web (www.ficic.com.ar) durante doce horas después tras su proyección en el horario presencial. Todo ocurrirá entonces entre el jueves 5 y el domingo 8 de mayo inclusive, cuando las sierras se volverán a llenar de cine, alegría y reflexión. Toda la información se puede encontrar en www.ficic.com.ar

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