La escritora cordobesa Perla Suez es reconocida por su capacidad para abordar con sensibilidad y profundidad temáticas complejas, entrelazando en sus obras tanto la memoria como las problemáticas sociales que atraviesan el país. Criada en Entre Ríos y con una carrera que abarca la literatura infantil y la narrativa para adultos, Suez logra combinar la mirada íntima con la dimensión colectiva en su trabajo. Su novela La entrega es un claro ejemplo de ello: a través de una historia centrada en la trata de personas, la autora despliega un relato que va más allá de lo explícito para explorar las fracturas familiares, la violencia estructural y la resiliencia femenina.
La motivación y la génesis de La entrega
Perla Suez contó que la novela nació a partir de una imagen poderosa y repentina: “Una niña que escapaba por un matorral, un guardia dormido con la radio prendida, un disparo en la siesta, y una casa vieja entre árboles que supe era un burdel”. Esa imagen inicial, de un escape y una amenaza latente, fue el punto de partida para construir una historia que fue tomando forma a medida que la autora se preguntaba sobre la familia de esa niña, sus orígenes y el contexto.
La familia que creó, de clase media más o menos alta, con padres aparentemente afectuosos pero sometidos a un derrumbe económico, comenzó a desmoronarse, poniendo en tensión los vínculos y abriendo paso a una sospecha que la narradora fue trabajando tanto para sí misma como para el lector. Consciente del poder de la tensión, Suez buscó que la acción fuera rápida y condensada, “como si estuviéramos corriendo, como vivimos, en un mundo acelerado”, para evitar una lectura pesada y que el lector se sintiera atrapado desde el inicio. En ese sentido, destacó su gusto por el minimalismo: “Siempre tratando de sintetizar, de condensar las palabras con pocos adjetivos, yendo al grano, buscando eso al menos”.
El mensaje central y los vínculos familiares en la novela
Cuando se le preguntó qué espera que los lectores saquen de la historia de Evelin y su familia, Suez destacó la importancia de la reflexión y las preguntas que la literatura puede despertar: “La lectura hoy tiene que ser un camino de profundización y de conocimiento, de qué es lo que somos, por qué actuamos así, por qué somos tan complejos”.
Sobre la trama, la escritora señaló que la trata no es el tema central sino el contexto para explorar la desintegración de los afectos y vínculos familiares: “Lo central de la novela es ver cómo en nuestra sociedad la construcción de los afectos, de los vínculos familiares, se están desmoronando, se están destruyendo por el dinero”. A partir de esta idea, lanzó una pregunta que atraviesa la novela: “¿Vos cambiarías un hijo por un auto, o cambiarías por un objeto? Qué nos está pasando que todo se viene abajo, como si lo más importante no fuese realmente la vida, la vida que nos sostiene”.
Las mujeres y su rol protector en la historia
El rol de las mujeres en La entrega es fundamental. Suez explicó que quiso construir personajes femeninos complejos y lejos de estereotipos: “La madre no es una madre santa ni sacrificada perfecta, tiene sus bemoles, sus aristas oscuras”. Por otra parte, las mujeres que ayudan a Evelin tras su escape conforman un cuerpo colectivo, “un solo organismo con contradicciones, pero que la protegen, que están decididas a desprenderse de lo siniestro”.
Para la autora, estas mujeres simbolizan un escudo protector frente a la violencia y el abuso. “En la novela, el encuentro con estas mujeres significa un espacio de serenidad para Evelin, donde se siente protegida y cuidada”. Además, reconoció las contradicciones internas de ese grupo, lo que le da mayor realismo y profundidad. También mencionó la importancia de personajes secundarios como la amiga de la madre, “que le da vuelta la cara”, para ilustrar cómo a veces la soledad y la traición vienen de quienes se cree que se puede confiar.
Literatura y conciencia social: el poder de hacer preguntas
La autora reflexionó sobre el rol de la literatura en la sociedad, especialmente frente a problemáticas como la trata y las fallas del sistema judicial. Sostuvo que “la literatura no va a cambiar el mundo, es imposible, pero puede ayudarnos a reflexionar, a pensar, a hacernos preguntas y a entender un poco más qué nos está pasando”. En ese sentido, afirmó que “la autonomía para interpretar es clave en tiempos donde la información puede ser distorsionada por los medios o las redes sociales”.
La literatura, el arte y el cine, dijo Suez, “te meten en un clima donde empezás a preguntarte y a disentir, o a decir, ¿y esto por qué me lo están contando?”. Esa ida y vuelta, ese cuestionamiento, es lo que más le interesa del acto de escribir y leer, porque “es la necesidad de contar, de estar vivo y presente en el mundo, porque si no te volvés un ente”.
Respecto a evitar el sensacionalismo, reconoció que le preocupa el morbo y la exageración que solo buscan causar impacto sin profundidad. En su novela, intentó evitarlo priorizando el desarrollo de personajes y la acción rápida que atrape al lector sin aburrirlo: “Si no hay movimiento en tu cabeza que te permita avanzar, te aburrís, porque vivimos en un mundo de velocidad escalofriante”.
La memoria, la ficción y el recorrido literario
Suez relaciona la memoria con la ficción, y explicó que en la escritura la memoria no es un recuerdo lineal hacia el pasado sino una proyección hacia el futuro. “Estás tratando de recordar algo que estás inventando, buscando profundizar y conocer”. La memoria, según su mirada, es un invento que va más allá de la experiencia directa y se construye con elementos del entorno, el nombre, el clima, y lo que se va imaginando.
En cuanto a su trayectoria, recordó sus inicios en la literatura infantil y el aprendizaje que significó la formación académica y las becas en Francia. Mencionó el aprendizaje con grandes maestros y la importancia de tener modelos a seguir, como Sara Gallardo o María Elena Walsh, con quienes se inspiró para buscar su voz propia.
La escritora describió su proceso creativo como un “camino de búsqueda” que requiere disciplina, riesgo y revisión constante. “Uno no escribe por obligación, sino por la necesidad de trabajar un tema que interpela”. También destacó la diferencia entre la literatura para niños y la de adultos, aunque para ella ambos géneros requieren generar preguntas, interpretar y estimular la reflexión en el lector.
El encuentro con la literatura francesa y el impacto de Roland Barthes
Perla Suez recordó que fue muy tímida al comenzar a escribir, pero que la Universidad Pública y la formación que recibió fueron claves para su desarrollo. En Francia, el contacto con figuras como Marc Soriano y Roland Barthes fue una experiencia fundamental. Soriano la instó a buscar en la tradición popular de su propio país, y Barthes le abrió una mirada profunda sobre la escritura y el lenguaje. “Desmitificar a esos grandes maestros, humanizarlos”, le permitió a Suez encontrar su propio camino y entender que “ellos también tenían su vida, se cansaban o hacían chistes en clase”.
El panorama actual de la literatura argentina y el lugar de las mujeres
Sobre la escena literaria actual, Suez celebró la riqueza y diversidad de escritores y escritoras que tiene el país. Destacó la labor de editoriales independientes y ferias que permiten visibilizar voces nuevas y emergentes, así como el crecimiento del espacio ganado por las mujeres en la literatura y el arte.
La escritora destacó que muchas autoras que estuvieron invisibilizadas durante décadas, como Sara Gallardo, están siendo revaloradas y recuperadas, y subrayó que la lucha por el lugar de las mujeres en la cultura es una conquista que no se regaló, sino que se peleó: “Ya no tenemos que escondernos ni cambiar nombres para publicar. Nos lo ganamos nosotras”.