Por Azul Arrascaeta (de nuestra Redacción)
En una entrevista exclusiva a HOY DÍA CÓRDOBA, Tamara Toma, quien dirige la Fundación Pérez Celis, reveló detalles preocupantes sobre la gestión y preservación del patrimonio artístico en la Casa Rosada, sede del gobierno argentino. La mujer, viuda del prestigioso artista plástico argentino Pérez Celis, se encarga de custodiar las obras desde que su compañero falleció en 2008. Ahora, expone una serie de irregularidades que han llevado –asegura- a la desaparición y deterioro de obras de gran valor histórico y cultural.
La última encrucijada tiene como protagonista a la obra «Nuestra Sangre» de 1989 y que ha sido objeto de preocupación de la fundación desde finales del año pasado. De acuerdo a lo narrado por Toma a este medio, el cuadro estuvo expuesto en diferentes ubicaciones dentro de la Casa Rosada. Desde la década de los noventa estaba en un pasillo que daba hacia el Salón de la Mujer (ahora recientemente cambiado por el “Salón de los Próceres Argentinos”) junto a obras de otros artistas argentinos. Luego, en el gobierno de Mauricio Macri lo cambiaron de lugar frente a una escalera con acceso a los pisos superiores que daba al Patio de las Palmeras, pero recientemente fue trasladado a la Oficina de Museología sin una explicación clara ni autorización adecuada.
Tamara cuenta que se enteró del traslado del cuadro en enero pasado gracias a una publicación en X (ex Twitter) por parte de la periodista Belén Papa Orfano. El posteo había sido subido el 22 de noviembre del año pasado con un video donde puede verse a la obra siendo trasladada por los pasillos: “Qué funcionario del gobierno tenía un Pérez Celis en su despacho y ya está evacuando? #CarísimoBebe”.
En ese marco, la directora de la Fundación señala que el 11 de enero se dirigió a la sede del Poder Ejecutivo en busca de respuestas y no la dejaron pasar. Luego, en una interacción por llamada con la curadora del lugar, Adriana Mare, le confirmaron que la obra había sido trasladada a la Oficina de Museología. “Son cuadros de colección pública y no para que le cree una buena atmósfera de trabajo a los empleados, ni a los secretarios ni a los ministros, son obras que están para la decoración de la Casa Rosada. Están equivocados de enfoque”, comentó Tamara sobre el hecho.
En ese sentido, destacó que existe una colección de varios cuadros que está destinada a la decoración de la Casa Rosada y para el disfrute del público, pero ha sido objeto de abandono y falta de atención por parte de las autoridades pertinentes. “Nadie los ve, cambian los gobiernos y los funcionarios y siguen ahí guardados sin cumplir su función”, continuó.
A pesar de su persistencia y la intervención de Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), la falta de acción concreta por parte de las autoridades para abordar estas preocupaciones ha generado frustración y desconfianza en la capacidad de la administración de turno para proteger y preservar el patrimonio cultural del país.
En ese marco, Toma denunció la desaparición, deterioro e intervención de obras sin permiso en distintas instituciones durante décadas. En ese sentido, comentó que a pesar del decreto de la Cámara de Diputados de la Nación declarando la obra y la historia de Pérez Celis de interés cultural para la Argentina, estos hechos siguen ocurriendo. “Es una vergüenza. Hay una falta total de respeto, no solo con las obras de Pérez Celis, sino que con el ámbito artístico argentino en general. Se tienen que tomar decisiones firmes al respecto, son patrimonios de nuestro país”, destacó.
Entre las obras que fueron intervenidas sin permiso, desde la Fundación se menciona un Mural sin título del año 1962 al que le abrieron una venta en el medio y que se encuentra en la sede de Telecom en Coghlan. Del mismo modo sucedió con otro mural en un edificio de la calle Borges de la ciudad de Buenos Aires al que “le abrieron una puertita para tener acceso más fácil al agua”. Por otro lado, cuando se remodeló la terminal A de Aerolíneas Argentinas se perdió información de un mural de metal de 1974 y otro más, hecho de madera, fue despedazado en dos partes. En el mismo sentido, Toma denuncia la desaparición de tres Vitrales de 1980 en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Tras ello, Toma hizo un llamado a tomar decisiones firmes y responsables para garantizar la protección y conservación adecuada de estas obras, que define como parte integral de la identidad cultural del país. Concretamente, adelantó que quiere hablar con quien vaya a dirigir la Comisión de Cultura en el Senado de la Nación para que gestione un inventario físico a fin de año y que alguien firme y selle, “porque no pueden seguir desapareciendo los cuadros”.
Luego de hablar con Tamara, desde HOY DÍA CÓRDOBA intentamos comunicarnos en reiteradas ocasiones con la curadora Adriana Mare para que nos comentara su punto de vista de la situación. Finalmente, tras no conseguir contactar con ella en horario laboral, la directora del Museo Casa Rosada, Virginia Fernanda González, nos afirmó que Mare se encuentra de licencia por el momento. Asimismo, subrayó que ella asumió el cargo de directora hace un mes “por lo que no puedo responder por decisiones tomadas en la gestión anterior”, concluyó.
De esta forma, la incertidumbre y la falta de respuestas de los funcionarios que están a cargo de cuidar estas obras continúa. La preocupación expresada por Toma refleja una creciente inquietud dentro de la comunidad artística y cultural del país, que exige una mayor transparencia y compromiso por parte de las autoridades para evitar la pérdida irreversible del valioso patrimonio nacional.