Una novela lírica

Por Juan José Burzi

Una novela lírica

Annemarie Schwarzenbach, autora de “Una novela lírica”, nació en Suiza, en mayo de 1908. Proveniente de una familia rica debido a la fábrica de seda, desde su época de estudiante de Historia se dedicó a la escritura y publicó sus primeros artículos periodísticos junto con algunas obras literarias.

En los años 30 viajó intensamente (Europa, Oriente, Persia, Afganistán, Estados Unidos, Congo Belga) y produjo un gran número de reportajes periodísticos y libros inspirados en sus impresiones.

Tempranamente adicta a la morfina, su corta vida tendrá períodos de relativa tranquilidad y de crisis que, en varios casos, terminarán con internaciones voluntarias. Muere en 1942, a los treinta y cuatro años, tras sufrir un accidente en su bicicleta.

Su primera novela, “Los amigos de Bernhard”, data de 1931. “Una novela lírica” es su segunda ficción, de 1932.

Reeditada noventa años más tarde de su aparición por la editorial Firmamento, “Una novela lírica” se sitúa alternativamente entre Berlín y una pequeña ciudad cercana a la capital alemana, lugar donde el protagonista recuerda lo vivido. Esto es a principios de los años 30, unos quince años después del final de la primera Guerra Mundial y del Imperio Alemán.

En la novela se aprecia, en sordina, el trasfondo social: hay una parte de la sociedad que se esfuerza por llegar a fin de mes, resultado de la posguerra y de la crisis económica mundial, y, por otro lado, hay quienes viven otra realidad, sin apremios económicos. En este último grupo se encuentra el narrador, un joven de 20 años, de buena familia, que -aunque no es rico- tiene un buen pasar y experimenta la vida nocturna berlinesa: el cabaret, el alcohol y las noches que se alargan hasta entrado el día.

El protagonista es un estudiante de derecho que aspira a convertirse en diplomático, pero que se nos presenta ya enamorado de Sibylle, una cantante de cabaret que tiene la facilidad de convertir a los hombres en esclavos. En el caso del protagonista (que, además de dinero suficiente, tiene su propio coche) se convierte en su chofer nocturno: la lleva de un lado al otro (bares, lugares sórdidos, su casa) y muchas veces ella le pide que solamente la lleve a dar vueltas.

Promediando la novela, se revela que nunca ha sucedido entre ellos lo que el lector puede suponer.

Sibylle permanece fría y distante, y nunca toma en serio al protagonista, a quien la constante falta de sueño le pasa factura. Débil y pálido, como si se tratara de una compulsión, no puede dejar de pensar en Sibylle, ni abstenerse de ir a buscarla todas las noches después de su espectáculo. Incluso cuando enferma con una fiebre que lo obliga a guardar cama durante un par de días, no puede librarse del deseo abrumador de verla.

De nada sirve el esfuerzo de sus amigos para sacarlo de esa situación. Sobre el final de la novela, Sibylle requerirá del protagonista un gran favor, y esa situación trastocará la situación dada hasta entonces.

Evitando revelar más de la trama, solamente repetiré la citada frase de Strindberg por los protagonistas: “Triste destino el de los hombres”.

El lenguaje y la forma narrativa de “Una novela lírica” es tan simple y concisa que podría, fácilmente, ser confundida con una novela contemporánea.

Centrada más en las emociones que en las acciones, el amor obsesivo con alto componente de autodestrucción que padece el protagonista se asemeja al poder que tiene cualquier tipo de adicción. No es un dato menor recordar que la autora era adicta a la morfina desde muy joven, lo cual hace que algunos críticos crean ver, por debajo del argumento formal, la representación de otro tipo de conflicto.

Schwarzenbach es de esas autoras cuya biografía incide directamente en la consideración de su obra. En el caso de “Una novela lírica”, la declarada homosexualidad de la autora exige dar una vuelta de tuerca a la lectura del libro: ella misma afirmó, tiempo después de publicada la novela, que el héroe sin nombre era en realidad una mujer joven, no un hombre, como sugiere la redacción en varios pasajes.

También afirmó que mucho de la novela fue inspirado por sus propias vivencias. Por este motivo, esta breve novela ha sido a menudo considerada una obra innovadora sobre las relaciones lésbicas.

Teniendo estos datos en cuenta, lo mismo que el contenido de la novela, no es de extrañar que el ascenso de Hitler al poder dificultó enormemente su difusión y distribución comercial. Esta reedición de la editorial Firmamento funciona entonces como un rescate acorde a las temáticas y preocupaciones actuales.

Salir de la versión móvil