Con un homenaje a Willington, el Kempes se vistió de gala para la Noche de los Museos

El Museo Provincial del Deporte fue parte de una nueva edición del evento y recibió a miles de visitantes.

En la oportunidad, se realizó un emotivo homenaje a Daniel Willington con la presencia de su familia.

En la oportunidad, se realizó un emotivo homenaje a Daniel Willington con la presencia de su familia.

La noche del viernes 7 de noviembre, el Estadio Mario Alberto Kempes se transformó en una auténtica cápsula del tiempo. Durante la Noche de los Museos, miles de cordobeses y visitantes recorrieron el estadio más emblemático de la provincia, que abrió sus puertas desde las 20 hasta la 1 de la madrugada para revivir la magia del fútbol y la historia mundialista.

La velada tuvo como eje la exposición “Campeonato Mundial de Fútbol de la FIFA 1978 – Córdoba Mundialista”, una muestra que rindió homenaje al legado que dejó aquel torneo, cuando el por entonces “Estadio Córdoba” fue sede de partidos inolvidables del Mundial ‘78.

Los visitantes disfrutaron de una exposición repleta de tesoros deportivos: más de 200 piezas originales, camisetas de selecciones internacionales, fotografías inéditas, recortes de diarios, trofeos y objetos que narraron décadas de pasión futbolera.

En la ocasión, familiares de Daniel Willington estuvieron presentes para participar de un emotivo homenaje. Recibieron un retrato pintado por Aldo Van Meegroot, que fue entregado por dicho autor, junto a Luis Calvimonte, vicepresidente de la Agencia Córdoba Deportes y Gustavo Farías, coordinador del Museo Provincial del Deporte.

Otro de los momentos de la noche fue el reconocimiento a José Luis Cuciuffo, que también fue homenajeado por Van Meegroot a través de una pintura, entregada a su hijo Emiliano.

Además, los asistentes pudieron realizar un recorrido nocturno por los rincones del estadio: vestuarios, túnel, campo de juego y tribunas, todo ambientado con luces y música que aportaron un aire de espectáculo. Muchos aprovecharon para sacarse fotos en el césped o en los bancos de suplentes, donde alguna vez se sentaron leyendas del deporte.

Un recorrido con historia y emoción

Los más chicos se maravillaron con los trofeos y los objetos antiguos, mientras que los mayores no pudieron evitar recordar los partidos que pusieron a Córdoba en el mapa del fútbol mundial.

El cierre de la jornada dejó una sensación compartida: el Kempes volvió a latir como en sus mejores noches. No hubo goles, pero sí ovaciones, risas y miradas de asombro ante cada vitrina y cada rincón del estadio.

 

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