El «huevo» Toresani sufría una gran depresión

El "huevo" Toresani sufría una gran depresión

Según la persona que lo halló sin vida, tenía un cable atado al cuello y no era la primera vez le hacía referencia a la posibilidad de un suicidio.

Gabriel Coffi, encargado del predio donde vivía el «Huevo», relató a TyC Sports: «Entré al cuarto para darle el desayuno y lo encuentro muerto. Tenía un cable atado en su cuello. Horas antes le había enviado un video a su amigo donde le manifestaba su intención de suicidarse».

Coffi contó que este lunes «estaba previsto que lo trasladen a un centro psiquiátrico» y no se mostró sorprendido porque «cada vez que hablábamos tocaba el tema del suicidio».

«No era la primera vez que Toresani intentó quitarse la vida. A Julio le dolía mucho no poder ver a su hijo. Estaba muy solo y tenía sólo un amigo», afirmó.

Además de River y Boca, Toresani, durante su extensa carrera, había jugado en Colón, Unión e Independiente, entre otros equipos del fútbol argentino y otras ligas sudamericanas.

Toresani atravesaba un grave cuadro de depresión y hace unos días había sido ingresado en el Hospital «Cullen», por un cuadro de intoxicación al mezclar pastillas con alcohol.

Con el correr de la mañana, trascendieron también publicaciones que el «Huevo» realizó en su estado de WhatsApp en el que exteriorizaba sus sentimientos.

«Llegó el momento, demasiado la espera. Gracias amigos por estar, ustedes saben ya. Y nos seguimos juntando con gente que a uno le soltó la mano y que no son capaz de preguntar cómo está uno! Igual Dios pone las cosas en su lugar», fueron sus mensajes.

Quienes estuvieron cerca del «Huevo» en estos últimos meses, cuentan que tenía dificultades laborales y también problemas familiares, como la separación de su mujer, que lo llevaron a tener que vivir de prestado en el hotel de la Liga santafesina donde fue hallado este lunes.

Además, hace seis años le había dado pelea y superado a un cáncer en los ganglios linfáticos, por lo que pensó que «la vida se iba a terminar a los 45 años», en una entrevista con el diario Olé. «Me aferré a mi familia y a Dios. Soy muy creyente y recé mucho. Dios es grande y existe. Estaba en sus manos y en las del médico», agregó.

El día que Maradona lo invitó a pelear
Para muchos futboleros, la muerte de Julio César Toresani seguramente traerá en el recuerdo aquella histórica discusión con Diego Armando Maradona, que lo invitó a pelear en la puerta de su casa.

Fue el 7 de octubre de 1995, cuando Maradona volvía a jugar oficialmente en el estadio «La Bombonera» con el pelo pintado con un mechón amarillo, tras la suspensión por doping en el Mundial de Estados Unidos 1994.

El partido tuvo victoria de Boca, dirigido por Silvio Marzolini, agónicamente frente a Colón de Santa Fe por 1 a 0, con gol de Darío Scotto.

Pero tras el partido, Maradona y Toresani se cruzaron mediáticamente, porque el «Huevo» le reclamó en una jugada al Diego, que estaba en el suelo, y después terminó expulsado por doble amarilla.

«Maradona manejó el partido. Él me echó de la cancha, me gustaría encontrarlo para ver si me repite en la cara todo lo que me dijo», le tiró Toresani al «Diez». «A ese muchacho le digo que vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. A ver si me dura 30 segundos», le respondió Diego, siempre rápido de reflejos, y para hilvanar otra frase que quedó para siempre en la memoria de los futboleros.

Las vueltas del destino quisieron que, más de dos años después, Maradona y Toresani compartieran titularidad en el mismo equipo, un 25 de octubre de 1997, en el último partido oficial de «Pelusa» como profesional.

Toresani anotó uno de los goles con los que Boca le ganó el clásico 2-1 a River en el estadio «Monumental».

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